PIEDRAS EN EL CAMINO

                     Sánchez, tras los indultos a los sediciosos, también quiere librar a los independentistas de las multas poniendo a su Gobierno contra el Tribunal de Cuentas pues Ábalos, su hombre de confianza, califica de “piedras en el camino” de la distensión las causas que el órgano fiscalizador tiene abiertas por malversación contra los excarcelados. Por otro lado Moncloa, en un esfuerzo de realismo inaudito, rebaja su optimismo dos días después de conceder la medida de gracia, que ni los indultados han pedido, reconociendo que “no resuelven lo de Cataluña” pues la concesión “no supone ninguna garantía de tener éxito”, mientras el PNV, otro de los que apoyan al Ejecutivo, pide que se reconozca a Cataluña y País Vasco como naciones. La pregunta es obvia: ¿para qué se conceden entonces los indultos y a quién benefician? Lo que está claro es que perjudican a nuestra democracia, cada vez más puesta en entredicho con lo actuado respecto al secesionismo totalitario, al extremo de que magistrados del Supremo ya dan por hecha la derrota en Estrasburgo, asumiendo que “nuestra sentencia del 1-O está muerta en Europa” y que “la batalla está perdida” por los reveses de las euroórdenes, los votos particulares del Constitucional, el anuncio de reforma del delito de sedición y ahora los indultos. Un país democrático en que sus gobernantes no defienden con ahínco y sin duda alguna, tanto en el interior como en el exterior, el ordenamiento jurídico institucional constituido es un país destinado al fracaso más rotundo. Es obvio que para evitar esas “piedras en el camino” de las que habla Ábalos lo que hay que hacer es someterse al dictado de los totalitarios secesionistas y, contra la voluntad de la mayoría soberana del pueblo español, allanarles el camino para que consigan acabar con la unidad de España decidida por los españoles, incluidos los catalanes, y recogida en nuestra democrática Constitución. Así pues, demos un paso más y, a diferencia de lo que exigimos al resto de malversadores, liberemos a los malversadores sediciosos de las multas (la pela es la pela, que diría Pujol) derivadas de la malversación de fondos públicos, por las que la Abogacía del Estado acerca al embargo de Junqueras y Mas-Colell rechazando sus alegaciones ante el Tribunal de Cuentas sobre el dinero público del procés malversado y que debieran devolver. Ya ven, en nuestro país, impartir justicia es poner “piedras en el camino”….y luego nos sorprendemos de que la UE pueda inclinarse por las tesis secesionistas. Es lamentable que el Gobierno amenace al Tribunal de Cuentas antes de decidir sobre Junqueras, mientras ERC exige retirar las causas; un Tribunal que duplica la factura del procés a los indultados cifrando la deuda en cuatro millones de euros más por la promoción de la independencia y que ha de renovarse en julio al vencer el mandato de once de sus consejeros, mientras el PP bloquea su renovación y ERC presiona al Gobierno para cambiar el sistema de elección de la institución y, como ya sucediera con el CGPJ, adaptarlo a las conveniencias de unos u otros, cuando lo correcto es que, de acuerdo con los procedimientos establecidos, Gobierno y oposición se pusieran de acuerdo para que no quede bloqueado. Es la preocupante realidad de...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)