NI VIABLE, NI DESEABLE

                     Algo es algo, no cabe duda, aunque sólo se tratara de una estrategia para aliviar a Sánchez de la presión a la que se ve sometido por su decisión de indultar a los sediciosos del procés, que, aunque lo dudo, ojalá dé buenos resultados para el apaciguamiento del secesionismo catalán. En efecto, Junqueras, que sostenía que el Gobierno podía “meterse el indulto por donde le quepa”, decide ahora cambiar de opinión (no vaya a ser que al final Sánchez no pueda indultarle y tenga que seguir en prisión) y por carta allana el camino al Presidente alejándose parcialmente de la vía unilateral al manifestar que no cree “viable ni deseable” volver a actuaciones del pasado y reconocer que “nuestra respuesta tampoco fue entendida como plenamente legítima” (es sencillamente ilegal y por eso está en prisión), por lo que el Ejecutivo le agradece el gesto en vísperas de decidir sobre los controvertidos indultos que la mayoría de españoles rechaza sin contemplaciones. Así el secesionismo (o buena parte del mismo, los exconvergentes y la CUP no lo hacen) allana el camino de los indultos a Sánchez, que consigue un argumento para defenderlos, pero lo hace sin renunciar expresamente a la independencia, lo cual es lógico (cada quien puede defender lo que considere oportuno), ni a los métodos ilegales para conseguirla, que es lo peliagudo, ya que mantiene la falacia de dialogar sobre cuestiones imposibles de obtener legalmente como es una amnistía o un referéndum vinculante “a la escocesa” pactado en Cataluña, que el Gobierno jamás podrá concederles con la Constitución en la Mano (salvo que ésta se modificase en lo sustancial en el Congreso de los Diputados y con un referéndum en España), pues nada tiene que ver la realidad constitucional de Escocia en Reino Unido con la de Cataluña en España. La triste realidad es que, en el mejor de los casos, Sánchez y Junqueras abren la vía a un imposible “referéndum pactado” que es ilegal por lo que Moncloa, sabedora de la imposibilidad de lograrlo, buscará conducir la negociación hacia una votación sobre un nuevo Estatut con más financiación y competencias, que los secesionistas no quieren (quieren la independencia como sea), mientras Sánchez valora incluso estar en la inminente mesa de diálogo con Junqueras y participar directamente en la primera reunión con ERC, asumiendo Moncloa que la foto puede ser un riesgo pero también un “símbolo”; en definitiva, un nuevo gesto de sometimiento al chantaje secesionista que, tras la carta de Junqueras, ha provocado el primer encontronazo en el recién estrenado Govern de coalición ERC-Junts, presidido por Aragonés, ya que los de Puigdemont y la CUP rechazan la decisión de Junqueras y le acusan de “no aguantar” la presión del Estado, apostando por la unilateralidad y la convicción de volver a repetir las actuaciones del pasado, que Junqueras y ERC avalaban hasta ayer mismo. Y mientras se publica que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).