lunes, 30 de noviembre de 2020

UN MUNDO AL REVÉS

                             La alianza para aprobar los Presupuestos, salvados finalmente en 96 horas con dos reuniones discretas de vértigo entre el Gobierno y ERC y PNV, que marcaron la recta final de la negociación, nos vende un insólito escenario político de un mundo al revés en el que los partidos constitucionalistas moderados son señalados como fascistas y enemigos de la gobernabilidad, mientras los partidos radicales secesionistas y los nacionalistas vascos de derechas lo son como adalides progresistas y héroes responsables de la defensa de la gobernabilidad en España a la que, por cierto, quieren destruir. En definitiva, un mundo al revés, pivotado por Sánchez e Iglesias que para conseguir sus apoyos, obviamente no gratuitos, han tenido que hacer preocupantes e inquietantes concesiones a la derecha peneuvista, a los ahora socios secesionistas y a los abertzales de Bildu, aunque éstos por conveniencia estratégica hayan permanecido en la sombra de la negociación. Y en este insólito mundo al revés, caben obviamente todos los reveses e incongruencias posibles, entre ellas que ERC, ferviente defensor de la descentralización total, incluso de la política, para conseguir la independencia de Cataluña, se erija ahora en defensor del centralismo españolista más radical en lo referente a la armonización fiscal que él mismo ha exigido para dar su apoyo a los Presupuestos; que el PP, especialmente el de Madrid, principal afectado por la citada armonización, aparezca como eufórico defensor de la descentralización fiscal para seguir apostando por su política de bajada de impuestos; y que el PNV defienda cínicamente la armonización fiscal siempre que al País Vasco se le deje como está, es decir, con el privilegio del cupo, pues, según Urkullu “el cupo vasco no se toca”, mientras ERC, que lo que realmente quiere es contar en Cataluña con los mismos privilegios fiscales de Euskadi, no dice nada sobre el cupo vasco y navarro acerca de su apuesta por la armonización fiscal que sólo afectaría al resto de territorios españoles. Obviamente la reacción del PP no se ha hecho esperar, pues Madrid, gobernada por los populares, es la autonomía con más bajos impuestos autonómicos y, salvo que dicha armonización fiscal fuera a la baja, considera que el insólito objetivo centralizador de ERC, respaldado por el PSOE de Sánchez, lo que pretende es sabotear Madrid, obligando a su gobierno a renunciar a su política impositiva que económicamente le está dando muy buenos resultados, mientras Cataluña, cuya deuda es la única de España que las agencias de “rating” siguen calificando como “bono basura”, se sigue hundiendo en la miseria a causa de la política errática del secesionismo que propugna el Govern secesionista (más de 3.000 empresas fugadas de Cataluña tras el 1-O se han establecido en Madrid). Así las cosas en este mundo al revés, el PP se rebela enérgicamente contra el pacto de Sánchez con ERC, propulsora de la propuesta fiscal armonizadora, mientras las CCAA gobernadas por los populares respaldan a Ayuso y reivindican su modelo fiscal y Casado manifiesta “vamos a dar la batalla, seguiremos bajando impuestos”, mientras Ayuso deplora que el Gobierno quiera “enfrentar territorios”.  Curiosamente en la actualidad, mientras el País Vasco retiene todo lo que recauda, Cataluña retiene el 54% y Madrid el 22%, con lo que, en realidad, de las tres CCAA con más renta per cápita la de Madrid es la que se queda con menos dinero del que recauda en su territorio. Así las cosas, desde Ciudadanos, que finalmente votará en contra de los Presupuestos por las cesiones al separatismo, Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid, manifiesta “haremos lo contrario que Sánchez para seguir siendo la locomotora” pues “es obsceno tener superávit y cobrar impuestos a quien lo está pasando mal”. Por su parte Cristóbal Montoro, ex Ministro popular de Economía, se pregunta “¿para qué hay autonomías si armonizan la fiscalidad?” y desmiente que él apostara por igualar los impuestos asegurando que “no deja de tener su aquel que digan que defiendo la armonización de Patrimonio y Sucesiones cuando fui yo quien los cedió”. Y mientras Ábalos ofrece a Podemos prohibir los desahucios durante la alarma y mientras se pone en riesgo el gran centro de escuchas del CNI en el norte con la cesión del cuartel de Loyola, otras de las exigencias del nacionalismo para apoyar los Presupuestos, el ex presidente Felipe González aparece en este mundo al revés y manifiesta que “Rubalcaba sí tenía un proyecto político” y que “si la pregunta es si yo estaría dispuesto a pactar con Bildu y ERC, la respuesta es no”, sentenciando que no está dispuesto a callar, guste o no su opinión en el PSOE y en el Gobierno…..Y es que en este mundo al revés, donde no...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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