jueves, 3 de septiembre de 2020

SÁNCHEZ, DESHOJANDO LA MARGARITA

                         Negar a Sánchez la habilidad para sobrevivir políticamente como sea en situaciones adversas sería no reconocer una de sus principales habilidades y ahora la más adversa situación por la que atraviesa es la aprobación de los Presupuestos, pues de ello depende en buena parte la continuidad de su gobierno de coalición social-comunista o, por el contrario, la anticipación de elecciones generales. Sus socios de gobierno, que han proclamado a los cuatro vientos que jamás apoyarían unas cuentas pactadas con Ciudadanos, ya van reculando y, salvo que los naranjas mantuvieran su palabra de no apoyar unas cuentas de Podemos, todo apunta a que lo que llaman “gobierno progresista” puede sobrevivir gracias a un acuerdo presupuestario con Ciudadanos y PNV, es decir con la derecha, con el beneplácito de Unidas Podemos. Al efecto Sánchez ya escenifica una cercanía con los empresarios en pleno desplome económico y éstos le piden más ayudas públicas, prorrogar los ERTEs e incentivos fiscales, mientras los desacuerdos entre Sánchez e Iglesias retrasaban “sine díe” el proyecto presupuestario, pues las exigencias del podemita dejaban en el aire el calendario de Hacienda, en tanto que el socialista trata de atraerse a los grandes empresarios (a esos que Podemos pretende crujir a impuestos) con las ayudas europeas y aparcando de momento la subida de impuestos. Así, Sánchez sigue deshojando la margarita asegurando a las empresas la estabilidad de su Gobierno (les promete “40 meses” de legislatura) y pidiendo unidad (que ni su Gobierno garantiza a nivel interno), mientras los altos ejecutivos (es decir, la “casta”, según Iglesias) apoyan dicho consenso pero, visto lo visto, lo ven difícil con el PP, que, en todo caso, exige que para intentarlo con Sánchez, éste debe prescindir de Unidas Podemos. La realidad es que Sánchez, sabedor de que a nadie le interesa la convocatoria de nuevos comicios en estos momentos, no da su brazo a torcer y por ello convoca, previamente a su cita con Casado, a empresarios del Ibex y a representantes de la sociedad civil, después de evitarle durante medio año, para pedirles que todos “arrimen el hombro” y que acepten sus propuestas, que no detalla, para permitir renovar el CGPJ y aprobar unos Presupuestos que garanticen una legislatura “larga y fecunda”. Y en este ambiente previo de incertidumbres de estos últimos días ya se van despejando algunas incógnitas….. y que después cada quien que apechugue con las consecuencias. En efecto, Sánchez, tras usar el Ibex contra el PP sin romper con Podemos, inicia la ronda de contactos con Casado y Arrimadas mientras Iglesias cede y se pliega a negociar las cuentas con Ciudadanos, exigiendo participar en la negociación, en tanto que PSOE, invitando a no ser “ciegos a la situación”, y Podemos, consciente de ello (la permanencia de ambos en el poder les va en ello), pactan negociar juntos con Ciudadanos intentando finiquitar de momento la tensión. Así las cosas, Casado durante la cita mantiene el veto contra Podemos, tal como había prometido, y rechaza renovar las instituciones si Podemos continúa en el Gobierno al igual que rechaza apoyar los Presupuestos, aunque le oferta a Sánchez diez medidas a pactar, entre ellas la creación de una Agencia Nacional para la recuperación económica, pero el Gobierno le acusa de practicar el “frentismo” y Sánchez lo descalifica por no aceptar su “trágala” y lo califica de “obstruccionista”. Por su parte Arrimadas, contra lo que venía sosteniendo, se dispone a...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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