lunes, 14 de septiembre de 2020

ESPAÑA EN NÚMEROS ROJOS

                         En esta España en número rojos, en plena oleada de rebrotes de la pandemia del coronavirus y con un gobierno débil y dividido, que hace aguas por todas partes, dicho Gobierno sufre una dura derrota parlamentaria por la rebelión de los alcaldes, una derrota humillante por la que se tumba el decreto de la Ministra Montero (la socialista, no la comunista) que pretendía apropiarse de los fondos locales acumulados por los superávits de los ayuntamientos (la voracidad por tener liquidez es atroz). Ya en la FEMP la ocurrencia de la Ministra de Hacienda pasó el filtro gracias al voto de calidad del Presidente de la misma, el socialista y alcalde de Vigo Abel Caballero, que inclinó la balanza a favor a pesar del descontento de muchos ediles, incluso socialistas, que en sus respectivos Ayuntamientos sufren escaseces y necesidades tan urgentes como las que puede tener el Gobierno a nivel nacional. Al final, toda la oposición, tanto la que apoyó en su día la investidura de Sánchez como la que la rechazó, vota en contra de PSOE y Podemos, menos el diputado de Teruel Existe que insólitamente lo apoyó: el resultado 156 votos a favor y 193 en contra (esta es la fortaleza real que tiene este Gobierno de coalición y ello tras regatear para que Podemos, su socio, le diera el visto bueno a regañadientes). Ahora, que cada cual explique en sus municipios lo que votó en el Congreso, tildado por quienes lo rechazaron de “corralito a los ahorros públicos de los ayuntamientos”, “chantaje”, “ataque a la autonomía local”, “incautación de recursos municipales”, “el robo del siglo”…..entre otras lindezas. En definitiva, el Gobierno no logra arrebatar a los ayuntamientos su superávit. Todo ello cuando España necesita más que nunca redefinir su sistema tributario ante la crisis y a las puertas de la aprobación de unos Presupuestos complicados, mientras Podemos, cogobernante con el PSOE, aunque finalmente y de momento se decide a aparcar la subida de impuestos, pide más gasto y fía al fondo europeo el pacto presupuestario, lo que inevitablemente supone más déficit y más deuda (si se ingresa igual o menos y se gasta más el resultado final es obvio). Entretanto el Gobierno prorrogará los ERTEs, que algunos todavía no han cobrado, a costa de consumir tiempo de paro (es decir, reducción de la cobertura a cambio de su extensión temporal), mientras el Banco de España alerta de un “agotamiento” en el empleo desde mediados de agosto y Moncloa prepara recortes en las pensiones y en el sueldo de los funcionarios, generando un nuevo choque interno, uno más, en el Ejecutivo. Por su parte la Seguridad Social, en esta España en números rojos (preñada de demagogia y estéril de eficacia y realismo) anula por carta el ingreso mínimo a no pocos solicitantes tras habérselo concedido con un SMS, con lo que en una especie de círculo vicioso, los concede por una vía y los deniega por otra alegando superar el límite de ingresos u otras razones por el estilo, mientras más de 700.000 familias no saben nada de sus solicitudes para recibir la ayuda, manifestando, algunos de ellos, “llevamos tres meses en espera del ingreso mínimo”. Es la consecuencia lógica de aprobar medidas muy populistas de difícil ejecución, bien por falta de medios humanos para gestionarlas, bien por falta de liquidez para pagarlas. Y todo ello en la antesala de la...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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