jueves, 17 de septiembre de 2020

DELGADO, EN EL PUNTO DE MIRA

                         Cuando Sánchez decidió de forma insólita hacer pasar de un día para otro a su ministra de Justicia, Dolores Delgado, a Fiscal General del Estado desencadenó una oleada de críticas que, en sólo un año, se han recrudecido ante determinadas decisiones tomadas Fiscalía que ponen en duda el principio de imparcialidad que debiera presidir tan alto cargo, basado en la independencia de los tribunales españoles. El último caso es escandaloso al rechazar Fiscalía todas las querellas contra el Gobierno por su gestión de la pandemia, por lo que no pocos fiscales, hartos del descrédito que provoca Delgado, critican los argumentos “políticos” utilizados por el Ministerio Público para pedir el rechazo en bloque de esta veintena de iniciativas que instaban a una investigación sobre la gestión gubernamental de la pandemia. Un malestar entre los fiscales al extremo de que varios de ellos manifiestan que “hay un desembarco del Gobierno” ya que reclamaron debatir las querellas pero su Jefa se negó, con lo que incluso un fiscal de Sala del Supremo afirma que “ha sido un proceso llevado por el ocultismo”, evidenciando que “usar un trono laudatorio de esta pésima gestión hace que la Fiscalía pierda credibilidad” pues “es vergonzoso que no se consulte a la cúpula fiscal” para tomar tan delicada decisión. En efecto, Fiscalía pide archivar todas las querellas rechazando en un dictamen los argumentos esgrimidos porque no hay delito en la gestión, con lo que, para muchos, lo que hace Fiscalía es salir al rescate del Gobierno, pidiendo al Supremo que las rechace todas porque es “imposible afirmar que debiera haber previsto” la pandemia, esgrimiendo como eximente que varios ministros se pusieron incluso en riesgo acudiendo a la manifestación del 8-M y haciendo una defensa de la gestión de la pandemia que califica como “idónea”, por lo que solicita al Supremo que ni se investigue. Y es que, al margen de las polémicas grabaciones de Delgado en el caso Villarejo, se hace difícil buscar la imparcialidad, la independencia y la autonomía que debe tener quien ocupe el alto cargo de Fiscal General del Estado, en una persona que se levanta del sillón de ministro y que es diputada del partido gobernante para sentarse “ipso facto” en el sillón de la Fiscalía General del Estado. Si a ello se añade que Sánchez declaró públicamente que Fiscalía depende del Gobierno (cuando lo que depende del Gobierno sólo es el nombramiento del Fiscal General del Estado, que no del Gobierno) el asunto es obvio, la imparcialidad e independencia de los fiscales queda por los suelos. Por ello no cabe asombrarse de que las decisiones de Fiscalía sean más que polémicas y cada vez tomadas con más descaro, pues, desde que está Delgado al frente, casualmente todas suelen ir en la misma dirección: ordenar investigar “bulos” contra el Gobierno sobre el coronavirus a instancias de Podemos; solicitar el archivo de la investigación contra el Delegado del Gobierno en Madrid; asumir la investigación al Rey Juan Carlos por el AVE a La Meca; rebajar de rebelión a sedición la acusación contra Trapero; oponerse a investigar al Ministro Marlaska por el cese de Pérez de los Cobos…. No sé si los españoles podrán estar...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

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