jueves, 20 de agosto de 2020

IMPRESCINDIBLE MODERACIÓN

                         Desde que, con cierto éxito electoral, irrumpiera Podemos en la escena política española y, posteriormente, Vox hiciera lo propio, rompiendo así el tradicional bipartidismo moderado e impulsando a PSOE y PP respectivamente hacia un radicalismo indeseado para no perder su respectivo espacio electoral hacia la izquierda o la derecha, los acontecimientos demuestran que el desencuentro impulsado por el radicalismo no es una opción de futuro por lo que hay que recuperar de nuevo la imprescindible moderación política, entre otras cosas, porque la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles es moderada y es consciente de que el insulto y el desencuentro sistemático sólo nos conduce a la nada y al caos. Si a lo anterior se añade el fracaso electoral de Ciudadanos en su intento de ocupar ese espacio político de centro y el éxito de la moción de censura contra Rajoy gracias al apoyo del radicalismo podemita y del secesionismo a un desconocido renovado PSOE cada vez más escorado hacia la izquierda por parte de Sánchez, el caos político está más que servido…..y la ingobernabilidad también, justo cuando España, espoleada por la crisis sanitaria y económica, más necesita de amplios consensos mayoritarios. En definitiva, o PSOE y PP recuperan su anterior moderación, relegando el radicalismo de Podemos y Vox, así como los nacionalismos radicales indeseables, o el proyecto de convivencia pacífica surgido de la Transición, que tantos años de paz en libertad y progreso nos ha dado, tiene los días contados, dando paso a un incierto futuro de desencuentros de todo tipo entre los españoles que sólo conduce a la violencia, al enfrentamiento y a la pobreza. En este sentido cabría enmarcar la decisión de Casado, apoyada por los barones populares, de destituir a Álvarez de Toledo y remodelar el PP con un giro hacia la moderación y con la economía, la sanidad y el empleo como ejes de su política de cara al futuro; y en este sentido, cabe enmarcar, la decisión de Sánchez de buscar un acuerdo con Ciudadanos de cara a la aprobación de los Presupuestos, aunque, todo hay que decirlo, obligado por las deslealtades de quienes facilitaron su débil gobierno de coalición y presionado por el sector moderado, socialdemócrata, de su propio partido frente al sector filocomunista más radicalizado. En efecto, al margen del resultado de las negociaciones entre Sánchez y Arrimadas, en el PP Casado destituye a su portavoz, Cayetana, por desafiar su autoridad, refuerza a Ana Pastor y elige a moderados en las portavocías (Cuca Gamarra en el Congreso y Almeida en el partido), mientras García Egea, que ha liderado el sector de Génova que acusaba a la portavoz de “deslealtad” con Casado, gana poder y pone ahora el objetivo en los barones comenzando a hacer nombramientos en los territorios para reforzar el control de la dirección. Y mientras dirigentes del PP jalean a Almeida, el nuevo portavoz del partido a nivel nacional, considerando que “no tiene techo en política”, la dirección del partido esgrime que la radical Cayetana “sólo era portavoz de sí misma” y ella, tras su cese, sostiene que “la discrepancia no es deslealtad” y, sin desvelar si abandonará el escaño, aunque el PP da por hecho que se irá, reprocha a Casado que quiera dirigir el PP como a un ejército, le advierte de que no conseguirá agrandar la base del partido expulsando a los discrepantes y considera su cese como un castigo a su “libertad” denunciando que la dirección del partido ha elegido “el pasado”……  Bienvenido ese pasado si consiste en la recuperación de una moderación que permita el consenso, al menos en temas de Estado y en asuntos vitales para nuestra convivencia, con un PSOE que, como el PP, debiera hacer idéntico tránsito hacia su pasado moderado y glorioso, frente al...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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