jueves, 27 de agosto de 2020

ESTADOS DE ALARMA A LA CARTA

                         En pleno ascenso vertiginoso y preocupante de rebrotes de coronavirus por toda España y en pleno despelote gubernamental, como jamás se había dado en nuestra historia democrática, Sánchez nos ilumina con su última ocurrencia para afrontar la difícil situación ofertando la posibilidad a las CCAA de una especie de “estados de alarma” a la carta, cuyo encaje legal no estaría exento de dificultades y, en todo caso, iría, políticamente hablando, contra el necesario esfuerzo de coordinación y autoridad que hoy más que nunca necesita esta despelotada y confusa España de las CCAA, favoreciendo más aún que cada una de ellas siga actuando como le venga en gana. El estado de alarma, que es un mecanismo constitucional excepcional, aplicable total o parcialmente en el territorio español, y está regulado ampliamente por la Ley Orgánica 4­­­/1981, tiene como único órgano constitucional competente para declararlo al Gobierno de España mediante un decreto del Consejo de Ministros y posterior ratificación del Congreso de los Diputados, recayendo las competencias durante el periodo de vigencia en quienes se diga en dicho decreto, tal como ya se hizo en el reciente estado de alarma del mes de marzo. Conviene remarcar que la declaración del estado de alarma es una excepción a la normalidad constitucional, que restringe derechos, y que, salvo que el riesgo objeto de su aplicación se concentre “exclusivamente” en el territorio de una comunidad autónoma, en cuyo caso el Gobierno podría delegar la condición de autoridad competente en el Presidente de dicha autonomía, debe conducir a la centralización transitoria de competencia en el Gobierno Central para dotar de eficacia a las medidas adoptadas, máxime cuando, como es el caso, la gravedad de la situación amenaza a todos los territorios de España y cuando las “defensas político-institucionales y territoriales” del Estado están más devaluadas que nunca. Siendo obvio que la pandemia no es un problema “exclusivo” de una autonomía sino que afecta a la salud de todos los españoles, es evidente que la única iniciativa que se le ocurre a Sánchez de que sean las CCAA quienes soliciten la declaración de estado de alarma, ofreciendo sus votos al efecto para que salga adelante la iniciativa en el Congreso, es una chapuza pintoresca cuando no una flagrante “dejación de funciones”, tal como le acusa con razón Pablo Casado, pues la responsabilidad, que es del Jefe del Ejecutivo, no se puede saldar con una llamada voluntarista a la “unidad” y dejar la iniciativa a las Autonomías, quienes, de momento, descartan pedir esos estados de alarma a la carta que les ofrece el Presidente del Gobierno, que se lava las manos cuando más contagios hay con esta sorprendente oferta de menos gobierno, asegurando que “España es un Estado casi Federal” para trasladar ahora toda la responsabilidad en las CCAA tras haber dispuesto de un largo periodo de estado de alarma de varios meses sin haber adoptado alternativa alguna a la situación posterior, dejando como única opción de nuevo la declaración de un nuevo estado de alarma pero con la novedosa ocurrencia de que ahora sean las autonomías quienes vayan pidiendo cada una el suyo en vez de atreverse, asumiendo su responsabilidad si considera que esa es la única alternativa, a decretarlo de nuevo tal como hizo anteriormente. No extraña pues que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)


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