Como era de esperar
(sólo bastaba con darse una vuelta por los pueblos de Andalucía, donde era “vox
populi”) el “caso de los ERE” no era cuestión de “cuatro golfos” sino una densa
trama socialista de corrupción diseñada por la Junta de Andalucía de Chaves y
Griñán para repartir de forma arbitraria y sin control alguno el dinero
destinado a paliar la situación de los parados y trabajadores más
desfavorecidos, y lo hacían con el objetivo de sostener un sistema clientelar
para obtener ventajas electorales y seguir manteniéndose en el poder. Así, lo
que era “vox populi”, un simple rumor en la calle, desmentido a cal y canto por
el PSOE incluso hasta ayer, pasa a ser ahora una indecente y deprimente verdad
judicial tras el fallo de la Audiencia Provincial de Sevilla del eterno “caso
de los ERE”, como consecuencia lógica de las pruebas practicadas durante la
prolongada celebración del pertinente juicio, que condena por “prevaricación”
(faltar conscientemente un funcionario a los deberes de su cargo al tomar una
decisión o dictar una resolución injusta con plena conciencia de su injusticia)
y “malversación” (apropiarse un funcionario de dinero o de bienes públicos que
tiene a su cargo o a su disposición por razón de sus funciones) a la cúpula del
PSOE andaluz y de la Junta nada menos que, en total, a 68 años de prisión y 253
de inhabilitación, repartidos entre 19 ex altos cargos de la Junta y del
PSOE-A, algunos de ellos también del PSOE como, por citar los más destacados
que no los únicos, Manuel Chaves o Griñán (presidentes del partido y ministros
en varios gobiernos socialistas). Una demoledora sentencia confirmando que la
Junta repartió de forma arbitraria los fondos desviados (680 millones de euros)
del presupuesto andaluz y que idearon un sistema clientelar para enriquecer a
una serie de empresas elegidas sin control legal, siendo “conscientes de la
palmaria ilegalidad” del desvío de fondos públicos, una trama para propiciar el
“absoluto descontrol” de las subvenciones y asignarlas a su antojo de forma
arbitraria al extremo de que “un importante número de desempleados se vieron
privados de las ayudas”, mientras otros eran beneficiarios fraudulentamente
incluso sin haber sido trabajadores en dichas empresas. Una monumental
majadería al cebarse con los recursos de los más débiles, un fraude masivo de
las ayudas a los parados que, en su conjunto, recibe la mayor condena moral y
por corrupción de la democracia y que golpea, inevitablemente, al PSOE como
partido en plena negociación con UPodemos para formar un gobierno de coalición
que definitivamente suceda al actual gobierno en funciones de Pedro Sánchez,
surgido precisamente gracias a una moción de censura a Rajoy por la corrupción
del PP demostrada en el caso Gürtel y apoyada por todos aquellos que ahora no
tienen reparos, al parecer, de volver a apoyar a Sánchez para que forme
gobierno a pesar del varapalo por la sentencia de este caso de los ERE
fraudulentos. Un Sánchez que, siendo tremendamente beligerante con la
corrupción del PP, como debe ser, ahora se calla mientras Ferraz, por boca de
Ábalos, se escuda en que no hubo lucro económico e Iglesias blinda el pacto de
Gobierno sin poner un pero a la corrupción socialista……al igual que todos
aquellos que propiciaron el éxito de la moción de censura por la corrupción del
PP. En fin, supongo que ahora, si son...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/).
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