miércoles, 16 de mayo de 2018

DE MAL EN PEOR

                        Sin lugar a dudas la preocupante situación político-social de Cataluña va de mal en peor, pues, en pleno berenjenal provocado por el anterior Govern presidido por Puigdemont, que ha llevado a buena parte de sus miembros (todos imputados por la comisión de presuntos graves delitos) a la prisión preventiva o a la fuga de la Justicia, el prófugo ex President, ante la imposibilidad de ser investido a distancia, designa a distancia y a dedo (por encima de todo y de todos) como sucesor al peor de los candidatos posibles, es decir, a un personaje casi desconocido y oscuro, casi perdido en las listas electorales, pero con un historial de declaraciones antiespañolas preñadas de manifiesto odio y desprecio a los españoles, al extremo de que, entre otras barbaridades, califica al castellano-hablante de “bestia, hiena, víbora o carroñero” y hace gala de un supremacismo casi enfermizo, incluso de índole racista (habla de alteraciones de ADN; de no mirar al sur, sino al norte, donde la gente “es limpia, noble, libre y culta”; e incluso de que los catalanes son más blancos que los españoles….). Se trata de Quim Torra que, gracias a la colaboración de la CUP absteniéndose y al apoyo de ERC y PdeCAT, acaba de ser investido por el Parlament de Catalunya, aunque, en honor a la verdad (o para quedar bien con su electorado) los cupistas avisan que, tras ser investido, no facilitarán la gobernabilidad si no ven “hechos” para lograr la independencia ya que permiten su investidura para que “haga efectiva la república”, dando así luz verde a una legislatura más radical aún que la anterior y manejada a distancia por Puigdemont, a quien el mismísimo Torra sigue considerando el legítimo President de Catalunya y, como tal, nada más ser investido se apresura a viajar a Berlín a rendir obediencia y pleitesía al Gran Jefe, al Dictador, al Mandamás sin que ni ERC ni el PDeCat se inmuten, por lo que cabe preguntarse si sus militantes y votantes lo ven normal, pues cualquier demócrata de izquierdas o de derechas lo rechazaría tajantemente. Torra, si se lo ordena su jefe, activará un Parlament paralelo y un Govern en rebeldía, pues pondrá en marcha un “consejo de electos” que suplante a la Cámara y estudia incluir en el Govern a presos y huidos para poner en marcha un nuevo “procés”. La pretensión de Puigdemont y su marioneta Torra es convertir las instituciones catalanas, como el Parlament o el Govern autonómicos, en meras comparsas para llevar a cabo su totalitaria voluntad. Ni siquiera un..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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