Sin ninguna duda ni
Europa, ni España, ni Occidente están pasando por un buen momento pues el
sistema político-económico-social establecido en dichos territorios, es decir
la democracia, sin apellidos (el sistema menos malo de todos los sistemas
practicados), si no se asume se defiende y se fortalece por los demócratas con
todas las consecuencias, es demasiado frágil frente a regímenes totalitarios,
sean de izquierdas o de derechas, que se imponen, bien por la fuerza o por el
populismo radical triunfante en las urnas (el resultado al final casi viene a
ser el mismo), ante la incapacidad de los demócratas del signo ideológico que
sea de resolver los problemas de la ciudadanía y, muy especialmente, de
afianzar los pilares de la democracia basados en el Estado de Derecho, el
respeto escrupuloso a la legalidad vigente emanada de la Constitución y la
observancia y defensa estricta de la división de poderes, que sirve y ha de
servir siempre como mecanismo de contrapoder democrático para atajar cualquier
tentación autoritaria de nuestros gobernantes. No caben pues atajos populistas,
del signo que sean, ni mantras en abstracto sobre buenos y malos, ni falsos
“escudos sanitarios” ideológicos contra unos radicalismos pero no contra los de
signo contrario, pues ambos son perniciosos para la higiene democrática, con lo
que demonizar a unos radicalismos y sacralizar a los opuestos supone “pan para
hoy y hambre para mañana” en el mejor de los casos. Es lo que está sucediendo
no solo en España, sino en el resto de la UE y en Occidente, donde la pujanza
de los radicalismos de izquierdas o de derechas cada vez acorrala más a
opciones moderadas democráticas (de izquierdas, derechas o centro) enfrentadas
entre ellas e incapaces de mirar a lo lejos para quedarse con el regate corto
de pírricas victorias coyunturales pactando con los radicalismos antidemocráticos
insumisos más afines (o incluso con los opuestos, como sucede con el PSOE,
Junts y PNV), mientras a su vez repudian los pactos con ellos si lo hacen sus
contrincantes demócratas, que no enemigos, en un ejercicio demagógico y cínico
intolerable, sin darse cuenta de que precisamente son sendos radicalismos los
verdaderos enemigos del sistema. Lo sucedido en Francia es el último ejemplo de
ello, pues con determinadas maniobras preelectorales de dudosa higiene
democrática (retirada de candidatos del centro derecha, para que gane el frente
de izquierdas, que alberga a partidos radicales incluso antisistema) los
partidos que perdieron en la primera vuelta frente a la vencedora ultraderecha
de Le Pen consiguen derrotarla en la segunda vuelta relegándola al tercer lugar
(en España es más confuso todavía al no tener este sistema sino el proporcional,
logrando las mayorías en los despachos), con lo que el cordón sanitario ha
funcionado “in extremis”….. Pero el problema persiste pues ahora el radical de
izquierdas Melenchon reclama gobernar con lo que la extrema izquierda pide paso
a Macron tras tumbar a Le Pen, quien ya se prepara para vencer en las
Presidenciales, mientras el radical Melenchon exige al Presidente que “acepte
su derrota” (Macron ha quedado segundo tras el Frente Popular de izquierdas)
abocando al país a una gobernabilidad incierta. Entretanto Le Pen manifiesta
que su victoria “se pospone” mientras Europa respira de momento con “entusiasmo
en París, decepción en Moscú y alivio en Kiev”, donde, por cierto, Rusia
destruye un hospital pediátrico con un misil, justo cuando el radical húngaro y
pro-ruso Orban visita a Putin y el Eurogrupo que él lidera, Patriotas, se ve
muy reforzado al sumársele, además de Vox, los partidos de Le Pen y de Salvini,
con lo que se convierte en la tercera fuerza del Parlamento Europeo, para mayor
frustración de la italiana Meloni y sus intentos de suavizar su radicalismo de
derechas haciéndolo menos eurófobo. En definitiva, mayor peso de los eurófobos,
que apunta a mayores turbulencias en la UE, por más que el eurodiputado
español, Buxadé, tras la apuesta de Vox por Patriotas, manifieste que “Vox no
ha traicionado a Meloni, sigue siendo nuestra socia en Italia”.
Y mientras el incierto futuro de
Biden eclipsa la cumbre de la OTAN en su 75º aniversario y el ex director de la
CIA, León Panetta, ya dice que “tenemos que frenar a Putin igual que hicimos
con Hitler” (aquello supuso una guerra de seis años), Francia, tras el éxito
coyuntural del cordón sanitario a la extrema derecha, busca ahora evitar la ley
del péndulo para frenar a la extrema izquierda de Melenchon….a la que,
obviamente no se le aplica ningún cordón sanitario, por lo que cabe preguntase
si es positivo para la democracia aplicar esta distinta vara de medir a los
radicalismos antidemocráticos según convenga, en vez de hacer autocrítica sobre
las causas de este auge de los radicalismos autoritarios en las urnas….Y desde
España podríamos dar la respuesta, aunque aquí todavía no hayan triunfado en
las urnas las opciones totalitarias y todavía existan como tales los moderados
partidos socialistas y conservadores, desaparecidos literalmente con sus siglas
en otros países europeos. En efecto, no se puede pedir, por ejemplo, como hace
el Gobierno de Sánchez, que el PP de Feijóo rompa con Vox en el asunto del
reparto por las CCAA de los menores inmigrantes llegados a Canarias, mientras
el PSOE no exige lo propio a su socio Junts, generando con ello la enésima
discordia entre PP y PSOE por meros intereses electoralistas. Nada que objetar
a que el Gobierno, que detecta unos 70.000 migrantes “en espera en las costas
de África” y alerta de “una agravación” de las entradas irregulares a Canarias
(ya saturada de antemano), pretenda un reparto solidario de los inmigrantes
entre las CCAA, ante la petición incluso del popular Manuel Domínguez,
vicepresidente de Canarias, que sostiene que “Sánchez debe imponer un reparto
de menores” obligatorio (ahora es voluntario) por mera solidaridad
interterritorial, mientras Abascal da un ultimátum al PP contra dicho reparto
de inmigrantes. Pero sí cabe objetar que ante este órdago de Abascal a Feijóo
de romper los gobiernos autonómicos de coalición PP-Vox , el Gobierno casi en
bloque arremeta contra el líder del PP, exigiéndoles que rompa con Vox de forma
tajante, mientras nada reprocha a sus socios secesionista que, como otras
tantas veces, le dejan tirado en el Congreso, en este caso ante semejante
propuesta de repartir a los menores por todas las CCAA, mientras el PP advierte
a Vox y al Gobierno que “los menores están por encima de la política” y los
barones exigen a Abascal que deje “los órdagos” y el “tacticismo”. Así las
cosas, mientras Abascal reitera al PP la amenaza de romper si admite el reparto
de menas que propone Sánchez y que rechaza Junts, el Gobierno y las CCAA buscan
un difícil acuerdo en Tenerife, dónde se reúnen hoy pero sin facilitar el
Ejecutivo un nuevo plan para el reparto de menores, mientras las CCAA gobernadas
por el PP exigen, en todo caso, un fondo de contingencia que financie la
distribución y una serie de medidas para frenar en origen la llegada masiva de
inmigrantes ilegales….y aunque ERC y Junts (socios de Sánchez) rechazan la
propuesta y exigen un trato “singular”, ningún reproche ante ellos, ningún anuncio
de ruptura por parte del Ejecutivo, todo contra el PP por no ser tajante y
romper con Vox.
Entretanto por un error del juez García-Castellón,
éste se ve obligado a archivar el “caso Tsunami” al ser desautorizado por la
Audiencia, finiquitando así la investigación por haberla prorrogado en su día
fuera de plazo (un día después de expirar éste) con lo que Puigdemont se ve
libre de la acusación del delito de terrorismo, aunque es el Supremo quien decide
sobre el fin de la causa y semejante error le aboca a finiquitarla. En efecto,
al anular la Audiencia los tres últimos años de investigación y ser Puigdemont
incluido en este periodo, es obvio que la imputación decae y no precisamente
porque los hechos investigados no acaecieran. En todo caso, Puigdemont no queda
libre de seguir siendo investigado por otros delitos como la malversación o su implicación
en la “trama rusa”, por lo que sigue vigente la orden de arresto contra él. Y
mientras el Senado abre una vía al PP para unirse al Supremo contra la amnistía,
el TC prepara la exoneración de Griñán en los ERE de Andalucía, culminando el
borrado de uno de los mayores casos de corrupción con su rebaja a Chaves de su
pena de inhabilitación, cuando se publica que el PSOE maniobró para blindar el
botín obtenido o mal gastado ya que sólo se han recuperado 27 de los 680
millones perdidos del erario público. Y es que, ya ven, la Justicia, que
debiera ser ciega y sus decisiones siempre respetadas por todos, anda
zarandeada según conviene y quienes la cuestionan hoy o viceversa hacen lo
contrario mañana. Es más, la guinda sobre todo esto la pone finalmente Nacho
Cano quien, tras ser detenido para, declarar sobre una denuncia sobre presunta
contratación ilegal de inmigrantes, dice en rueda de prensa tras ser liberado
que se trata de un “complot político” contra él por apoyar a Ayuso y que “todo
lo ha orquestado la policía” y, sin cortarse un pelo, manifiesta “señores, el
criminal no soy yo, es la Policía; a ellos hay que investigar”…. Y es que
estamos ya tan familiarizados a estos argumentos de los políticos para
enturbiar la labor de la Justicia cuando les conviene, que ya hasta los particulares
se atreven a imitarlos, conscientes de que tan graves acusaciones no tendrán consecuencia
alguna. En fin, por este camino, al final, el culpable de los ERE será el PP que
denunció los hechos (así lo dicen los socialistas), el del procés será el
Estado que intentó mantener la legalidad mediante la violencia (así lo dicen
los secesionistas) y el de la investigación a Nacho Cano será la policía y el
juez, quienes, como en los casos anteriores, siempre son los culpables…..y en
el caso del culebrón Begoña, de rabiosa actualidad, el culpable será la
fachosfera. Ya ven, los hechos investigados o condenados, nunca existieron,
salvo en las mentes de algunos, y si los blanqueamos todos, asunto concluido….lo
que pasó, no pasó.
Por otro lado, el Gobierno rectifica
a su ministra Yolanda Díaz y entierra su ultimátum por la rebaja de la jornada laboral
y ahora Trabajo ofrece flexibilidad y la patronal pide tiempo….Díaz recula un
poco, pero las empresas piden cinco años de moratoria para la reducción de la
jornada laboral, mientras Gerardo Cuerva, Presidente de Cepyme, se queja de que
“Díaz persigue a las empresas y quiere intervenir los beneficios”….En fin, esperemos
que la sangre no llegue al río y que en asunto tan importante sea el acuerdo y
el pacto económico social el que prevalezca frente a los legítimos intereses de
unos y de otros.
Por lo que respecta a otros asuntos citar
que el Tribunal de Cuentas sanciona a Vox por financiación irregular; que casi
un millón de menores de 16 años acceden a páginas porno; que el veto argelino a
las empresas españolas supera ya los dos años sin visos de solución; que
Tellado frena un acuerdo PP-PSOE para la Junta Electoral y el PP excluye a Vox
de la Junta mientras Abascal les amenaza por ultimar un pacto con el PSOE para
renovar el órgano sin su socio; que el barón socialista Page manifiesta que “las
discrepancias en el PSOE no se gestionan ni bien ni mal, ni se digieren”, se
sincera y añade “no he conseguido procesar la carta del Presidente”; que la
Iglesia aprueba indemnizar a sus víctimas de abusos y Moncloa la “contraprograma”
con la Ley de Violencia Sexual, con lo que los obispos aprueban su plan y el
Consejo de Ministros lanza un real decreto genérico sobre las víctimas; y que
la Selección Española de Futbol de Luis de la Fuente se mete en la final de la
Eurocopa 2024 que se celebra en Alemania, tras derrotar en semifinales a
Francia, remontando un gol de los galos con un golazo magnífico de Lamíne Yamal,
el mejor jugador del partido, y otro de Olmo, quedando a la espera del rival
que salga hoy de la otra semifinal entre Inglaterra y Países Bajos.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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