lunes, 21 de febrero de 2022

PP: PEOR, IMPOSIBLE

                     Ni en los peores momentos de la crisis entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, con descalificaciones de todo tipo entre partidarios de uno u otra, se llegó a tanto como el PP ha llegado ahora en la crisis entre Casado y Ayuso, quienes personal y públicamente, con García Egea de por medio, han dinamitado a su partido generando una convulsión política de magnitud impredecible. Es obvio que con amigos y compañeros así el PP no necesita enemigos, pues hacerlo peor ya es imposible. La guerra civil en el seno del PP está servida y al final tiene que haber damnificados. La bomba estalla cuando Ayuso afirma públicamente que Génova urdió un plan para destruirla y Egea anuncia públicamente que se abre expediente contra ella por “infundios y calumnias”, la ruptura es evidente. En el trasfondo del asunto el cobro de una comisión por parte del hermano de Ayuso, que Génova cifra en 283.000 euros, de una empresa a la que se adjudicó por vía de urgencia (es decir, a dedo, como hacían todas las administraciones en pleno auge de la pandemia, que tanto ha dado que hablar y sospechar) la compra de mascarillas por parte de la Comunidad de Madrid, adobado con el supuesto espionaje para chantajearla por parte de fontaneros de la dirección nacional del partido que contactan con una empresa de detectives que Egea desmiente. Ayuso declara públicamente “nunca pude imaginar que la dirección nacional de mi partido iba a actuar de un modo tan cruel y tan injusto contra mí” y defiende la legalidad de “la relación comercial” de su hermano con la adjudicataria de las mascarillas, añadiendo “es muy doloroso que dirigentes de tu partido te quieran destruir”, “todo proviene del entorno de Pablo Casado y él no lo ha desmentido”, pero “no tendrán ni una sola prueba…que prueben que no soy honrada” pues “no puede haber nada más grave que acusar a alguien de la propia casa, con responsabilidad de gobierno, de corrupción y sin pruebas”. Y Egea, mientras Casado callaba, le contesta públicamente que se abre un expediente contra ella por “infundios y calumnias”, añadiendo “nunca pude imaginar que atacara de una forma tan cruel e injusta a la dirección de un partido que le ha dado todo”, “se puede tener buen resultado electoral, pero eso no exime el deber de rectitud”, “desmiento tajantemente que este partido contactara con detectives”. La bomba acababa de estallar inesperadamente con todas las consecuencias, alguien estaba mintiendo y los barones del partido, conmocionados, dan la voz de alarma por el temor al precio electoral que esta guerra interna en el PP les pueda cobrar y piden explicaciones de lo acaecido. Feijóo cree “imperdonable” que se haya contactado con un detective para investigar a Ayuso y, mientras ella defiende la legalidad de la “relación comercial” de su hermano con una adjudicataria de mascarillas y reconoce que cobro 55.800 euros (no los casi 300.000 que evalúa Génova), Almeida, tras verse implicado el Ayuntamiento de Madrid en el asunto del espionaje a la Presidenta de la Comunidad, sostiene que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

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