lunes, 7 de febrero de 2022

PATÉTICO ESPERPENTO

                     De patético esperpento podríamos denominar lo acontecido en el Congreso de los Diputados en la sesión plena que trataba de aprobar nada menos que la reforma laboral y que, finalmente, salió adelante por los pelos y gracias al error de un diputado del PP, el señor Casero, que la votó a favor, cuando los propios socios de investidura de Sánchez la votaron en contra. Patético esperpento que se iniciaba con la puesta en escena de la pretensión del Gobierno de coalición, minoritario y dividido, de convalidar por la mínima un decreto, cogido con pinzas y avalado a regañadientes por sindicatos y empresarios, que, a pesar de la importancia del mismo, el Ejecutivo se negaba a tramitarlo como Proyecto de Ley para que todos los grupos pudieran enmendarlo y mejorarlo, tras haber conseguido de milagro el respaldo de Ciudadanos y de otros partidos muy minoritarios, especialmente el de los dos diputados de derechas de UPN, sin los cuales no se alcanzaba la pírrica victoria pretendida para imponer tan importante normativa de esencial trascendencia para la inmensa mayoría de los españoles, lo que tiraba por tierra la demagógica estrategia gubernamental, especialmente de Yolanda Díaz, de que la reforma habría de ser exclusivamente progresista y de izquierdas. Patético esperpento que proseguía con el error cometido por Batet, la Presidenta del Congreso, proclamando tras el ajustado recuento que el decreto quedaba derogado, provocando con ello en el Hemiciclo la euforia desbordada de las bancadas de la derecha (menos la de Ciudadanos que apoyaba la reforma) y la alegría de los socios de investidura de Sánchez, que no le apoyaban, para, segundos después, anunciar que, los servicios de la Cámara le comunicaban que el decreto quedaba convalidado, mutando así en un segundo la alegría de las bancadas de la derecha por una euforia y alegría infinitas de las bancadas de la izquierda gubernamental y la de Ciudadanos que conseguían el objetivo de sacar adelante la convalidación del decreto. Y patético esperpento cuando se constata que la reforma laboral, seguramente la norma más importante de la Legislatura, salía adelante gracias al error en el voto telemático de un diputado del PP, el señor Casero, pues los dos diputados de UPN habían decidido al final votar en contra, con lo que el decreto finalmente se convalidaba por 175 votos favorables y 174 contrarios, en medio de los abrazos entre miembros del Gobierno, que olvidaban sus profundas diferencias, pues el voto de derechas de Ciudadanos y el del error del PP eran bienvenidos incluso por la Vicepresidenta Díaz, pues la salvaba de milagro de un rotundo fracaso de incalculables consecuencias, mientras finalizaba el patético esperpento en medio de las protestas del PP que, patéticamente, pretendía subsanar el craso error personal de Casero achacándolo a un fallo del sistema informático, en tanto que la Presidenta Batet, arrogándose funciones que no le correspondían y para quitarse el muerto de encima, mentía al decir que la pretendida rectificación del voto, solicitada por el PP antes de la votación presencial, era imposible y que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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