jueves, 3 de febrero de 2022

¿DEMAGOGIAS?, LAS JUSTAS

                     Por fin se despeja la incógnita sobre la reforma laboral después de que, rota la coalición de investidura, algunos partidos de derechas (concretamente Ciudadanos, PDeCat y Unión del Pueblo Navarro, aliado natural del PP) decidieran dar el “sí” a Sánchez, frente a la Vicepresidenta Yolanda Díaz que ha apostado hasta la saciedad para que la reforma de la reforma de Rajoy, que no la derogación de la misma, saliera adelante sin el concurso de partidos de derechas ya que habría de ser únicamente una norma “progresista y de izquierdas”. Al final, si no hay alguna sorpresa de última hora, la reforma laboral, pactada por el Gobierno con sindicatos y empresarios (aunque unos y otros andan descontentos con lo acordado), sale hoy adelante por 176 votos a favor y 173 en contra, avalando la “vía Sánchez”, a la que éste se agarró al ver las orejas al lobo, frente a la “vía Díaz” que, en su concepción comunista de las cosas, se resistía a coincidir con la perversa derecha tras haber pactado con la patronal el acuerdo de mínimos para que la coalición de investidura la sacara adelante, lo que obviamente no ha sucedido. Ahora unos y otros, incluida la oposición, deberían explicar a los ciudadanos (y yo diría, que incluso pedirles perdón) por qué han hecho uso de un exceso de demagogia para venderles la burra en un asunto tan esencial como el empleo en un país, el nuestro, campeón en la UE del desempleo, especialmente el de los jóvenes, cuando las demagogias, en todo caso, si se utilizan, debieran ser las justas, salvo que los políticos consideren que somos idiotas y nos pueden tratar como si fuéramos borregos. Demagogias por parte del PSOE y Podemos, cuando estaban en la oposición, al prometer derogar la reforma laboral hecha por el gobierno de entonces, de derechas, sabiendo que la derogación era imposible, tal como asumen ahora ellos mismos, y que, a lo sumo, sólo cabía perfeccionar aquella reforma (toda obra humana siempre es mejorable) en vez de plantear el asunto de forma maniquea como algo provocado por la intrínseca maldad de unos, la derecha, y la esencial bondad de otros, la izquierda, lo que hace imposible cualquier mejora ya que la salvación está en la erradicación de cuajo del mal, lo que Yolanda Díaz ha llevado hasta el final con todas las consecuencias, mientras Sánchez, más pragmático, se baja del burro a tiempo pactando el apoyo a la reforma con parte de la maldita derecha para poder sacarla adelante. Y demagogia por parte del PP, principal partido de la oposición, al que le venía bien el maniqueísmo de la izquierda entre buenos y malos, oponiéndose a cualquier reforma de su propia reforma, sabedores de que la derogación, prometida por la izquierda, era inviable y, antes o después, como así ha sido, se caería por su peso. Demagogias indecentes de unos y otros que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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