jueves, 13 de mayo de 2021

LA CULPA ES DEL CHA-CHA-CHÁ

                     Con el fin de la alarma se aviva el choque político por la pandemia con acusaciones recíprocas de responsabilidad-culpabilidad entre Gobierno, oposición y CCAA, con el claro objetivo de unos y otros de quitarse el muerto de encima y eludir las responsabilidades en medio de esta maraña jurídica en que nos hemos metido tras finiquitar la alarma sin sustituirla por una cobertura legal común para seguir luchando contra la pandemia, que sigue presente. Nadie quiere asumir la culpabilidad de las cosas mal hechas, que no han sido pocas, con lo que al final la culpa de este desmadre va a ser del cha-cha-chá como dice la canción. En efecto, Casado culpa a Sánchez de las aglomeraciones post-alarma y le dice que “costarán vidas” (calcula que habrá unas 20.000 más), mientras el Presidente, situando ahora el centro de su hoja de ruta en el programa de vacunación y la gestión de los fondos europeos (el maná del desierto que puede cubrir la visualización de tanta miseria y de los desajustes económicos desorbitados), se jacta asegurando que “el estado de alarma es el pasado” y las CCAA, sin alternativa al mismo y sin cobertura legal, andan esperando a que sus propuestas sean avaladas por los TSJ autonómicos para seguir luchando contra la pandemia, que no es el pasado y sigue entre nosotros, en tanto que Sánchez sostiene que las autonomías tienen instrumentos suficientes, esperanzado en que España logrará la inmunidad de grupo hacia la mitad de agosto. La triste realidad es que las contradicciones del Gobierno agravan el caos por la pandemia, pues el mismísimo Ministro de Justicia, en un mismo día, se abre a reformar la ley para dar una alternativa al extinguido estado de alarma y, acto seguido, se desmiente a sí mismo, mientras la Delegada del Gobierno en Madrid pide a Ayuso que aplique el toque de queda y el ministro Campo opina que le falta cobertura legal, mientras las aglomeraciones descontroladas, principalmente de jóvenes, alarman a las CCAA y hasta las gobernadas por el PSOE piden a Sánchez un plan B como ofrece Casado. Los expertos por su parte alertan de que subirán los contagios tras estas fiestas en la calle y Sánchez se desentiende del caos y empuja a las CCAA a penalizar la hostelería proponiendo limitar horarios y aforos en lugar de restringir derechos fundamentales, por lo que siete autonomías exigen ya una Conferencia de Presidentes para buscar un mínimo de cordura a esta situación caótica. Por su parte la Fiscalía avala los cierres localizados, pero cuestiona los toques de queda (autorizados en Baleares y Valencia pero denegados en otras CCAA), fijando los fiscales criterios comunes ante las diferentes resoluciones, en tanto que los TSJ dicen “no cogobernamos, no se nos puede pedir unidad de criterio”. Y mientras Sanidad oculta todas las actas del Interterritorial desde 2020 con la excusa legal para no publicarlas de que “todas las reuniones son extraordinarias”, se decide que Jansen se administre a mayores de 50 y Pfizer a adolescentes de riesgo, mientras se almacena más de un millón de vacunas AstraZeneca, por lo que Madrid y Andalucía le dan un ultimátum y pondrán la segunda dosis, tal como recomienda la Agencia Europea del Medicamento. La buena noticia es que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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