viernes, 26 de abril de 2024

RESPUESTA A LA CARTA DE SÁNCHEZ

                         Presidente, como ciudadano, demócrata y socialista democrático o socialdemócrata (llámalo como prefieras), me veo en la obligación de contestar a la carta que como ciudadano me has remitido públicamente (permíteme que nos tuteemos) pues entiendo que no hacerlo sería una descortesía por mi parte.

Quiero comenzar diciéndote que, desde el punto de vista humano, entiendo tu reacción y me solidarizo contigo, pero, dicho esto, no puedo entender, desde el punto de vista político, tu insólita decisión de tomarte unos días para reflexionar sobre si merece la pena o no seguir siendo Presidente del Gobierno, ante lo que llamas “campaña de acoso y derribo” orquestada por la “derecha y la ultraderecha”, que identificas como iguales, por el mero hecho de que una organización “ultraderechista”, Manos Limpias, haya puesto una denuncia contra tu esposa, que no una querella, y el juez haya decidido abrir diligencias al respecto, cuando la fiscalía ya se ha apresurado a pedir que se archive el asunto y cuando tú mismo dices que se trata de bulos y mentiras, con lo que, de ser así, más pronto que tarde, todo se esclarecerá y ella saldrá indemne de semejante trance y tú más reforzado. Y no puedo entender el énfasis que haces recalcando que Manos Limpias es una organización de extrema derecha como si ser de extrema derecha o extrema izquierda supusiera no tener derecho a denunciar ante los tribunales cualquier asunto que se presuma delictivo; y menos aún puedo entenderlo cuando en otras ocasiones no has criticado a Manos Limpias por poner denuncias y querellas contra otros personajes, bien de la Familia Real o del Partido Popular o de quien sea, sabiendo que, en todo caso, su razón de ser es denunciar sistemáticamente en los tribunales cualquier asunto sospechoso de delito con lo que, como es lógico, unas veces los tribunales le dan la razón y otras no, como a cualquier hijo de vecino. Asimismo me sorprende que anunciaras la decisión de cogerte esos días para reflexionar sobre tu posible dimisión (las dimisiones no se anuncian, se toman y punto) justo el día en que la prensa publicaba la citada apertura de diligencias sobre ese presunto delito “de tráfico de influencias y corrupción en los negocios” cometido presuntamente por tu mujer, Begoña Gómez, cuando curiosamente ese día en la sesión de control del Gobierno ni PP ni Vox sacaron a relucir el tema (sólo se refirió a él Rufián de ERC, tu socio) a pesar de que Feijóo y Abascal llevan meses solicitándote en vano que des explicaciones y salgas al paso de las noticias aparecidas al respecto en algunos medios, que calificas de “marcada orientación derechista y ultraderechista”, como si dichos medios, te guste o no te guste, no tuvieran derecho a publicar lo que consideren oportuno por el mero hecho de tener una u otra ideología política. Y sí estoy totalmente de acuerdo contigo en que Begoña, tu mujer, se disponga a defender su honorabilidad y a colaborar con la Justicia “para esclarecer unos hechos tan escandalosos en apariencia, como inexistentes”….pues es lo que en estos casos se ha de hacer y, si son, inexistentes como dices, nada hay que temer.

Dicho lo anterior, Presidente, me sorprende que me digas que todo obedece a una “estrategia de acoso y derribo” y que, por tanto, no te sorprende la “sobreactuación del señor Feijóo y el señor Abascal” porque ambos son “colaboradores necesarios” en “este atropello tan grave como burdo” y que fue Feijóo quien denunció el caso ante la Oficina de Conflicto de Intereses pidiendo tu inhabilitación, siendo la denuncia archivada por dicho organismo, y después instrumentalizó su “mayoría conservadora en el Senado” con una comisión parlamentaria para esclarecer los hechos….y que lo que faltaba ya era la judicialización del caso, que es “el paso que acaban de dar”. Y deduces que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

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