lunes, 12 de junio de 2023

UN ACUERDO DE INTERESES

                         Por fin, tras un largo periodo de descalificaciones internas, vetos y coacciones, Sumar y Podemos consiguen “in extremis”, tal como se esperaba, un acuerdo para concurrir juntos en las elecciones del 23-J, con lo que la comunista Yolanda Díaz, consigue unir en su plataforma o proyecto personal al que llama Sumar (el nuevo invento para intentar camuflar el fracaso del anterior experimento, conocido como Unidas Podemos) nada menos que a unos quince partidos, partidúsculos o asociaciones de amiguetes con el único objetivo de cada uno de sus líderes de figurar en Sumar, si es posible, en un puesto de probable salida como diputado o senador, lo que, dado que al final casi son más coroneles que tropa, explica las tensiones protagonizadas hasta el momento de conseguir el acuerdo sin que, obviamente, haya trascendido la más mínima diferencia ideológica entre los aspirantes al proyecto de unidad de la izquierda a la izquierda del PSOE sanchista, seguramente porque no la hay ya que lo que sí hay (a la vista está y a las pruebas me remito) es una pelea insensata y fratricida por ocupar personalmente los escaños, que en circunstancias de poco apoyo ciudadano, como es el caso y se acaba de constatar en los resultados del 28-M, se presumen a la baja con lo que no podrían satisfacer las expectativas personales de tanto aspirante a ocuparlos. La opción era evidente, siempre será peor ir separados que juntos, aunque el deterioro supino de dirigentes podemitas, como Irene Montero (desautorizada por el Supremo en el “sí es sí” y condenada a pagar 18.000 euros a un hombre por acusarle sin prueba alguna de maltratador) exigía apartarla de la operación Sumar, a lo que se oponía su compañera y amiga Belarra, quien, visto lo visto, utiliza a Montero como mercadería para conseguir algunas cosas que finalmente se traducen, incluida ella misma, en unos ocho puestos de podemitas en las listas de Yolanda con alguna probabilidad de ser elegidos (elegidas, -es, -is, -us; no vaya a ser que me traten de facha machista y fascista por utilizar el genérico, que todo el mundo entiende), si es que se consigue atajar en la campaña la hemorragia de votos que su enfermizo populismo les está provocando. El asunto es evidente, pues se trata de lo mismo, pero que parezca otra cosa por si cuela. En efecto, Podemos, tras llevar casi al límite la negociación con Sumar como medida de presión, claudica ante Yolanda, tal como se presumía, pues los nuevos partidos de la nueva coalición exigían su cabeza, aunque, como mal menor, aceptaban a Belarra, salvando así a regañadientes los escollos que simplemente eran las listas y la presencia de Montero, que ya es invendible ante la ciudadanía, aunque no sea ella sola la única responsable de lo que ha pasado con aquel movimiento 15-M que, según Iglesias, iba a liberar a los españoles de la “casta” y del “régimen del 78”, cuando, ya ven, ahora se enzarzan en una guerra fraternal entre ellos precisamente para seguir instalados en dicha casta y no ser desalojados de la misma. Al final Sumar sella sin Montero la coalición o el frente populista (ya sólo faltaría que se sumara el socialismo sanchista, para tener el frente popular completo) aglutinando a más de quince partidos que conforman la mayor coalición de izquierdas de toda nuestra democracia, dirigida por la líder comunista Yolanda Díaz y todos sus componentes admiten sin reparo alguno la distribución de puestos dictados por ella. Podemos sacrifica a Montero, su “principal activo”, y acepta a regañadientes diluirse en Sumar a cambio de ocho teóricos puesto de salida en las listas, que llevarán la cara de la Vicepresidenta, mientras la famosa “ley del sólo sí es sí” (apoyada con entusiasmo por todo el Gobierno de coalición) nos deja hasta el momento 1.127 rebajas de penas y 115 excarcelaciones anticipadas de maltratadores, mientras dicho Gobierno se niega por tercera vez a informar al Congreso de los cambios de sexo de la Ley Trans, el otro bodrio legal que seguramente también traerá cola. Yolanda impone a Podemos clausulas para controlar a sus diputados y celebra “el mejor acuerdo”, dando por zanjada la crisis por la exclusión de Montero ya que, según ella, “España quería que nos diésemos la mano” y comparece sin entrar a debatir el veto o no a Montero, o las “coacciones” denunciadas por carta a sus militantes por Ione Belarra, la secretaria general del partido.

            Por su parte Sánchez advierte en el Comité Federal que....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

 

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