jueves, 22 de diciembre de 2022

Y EL TC SE PRONUNCIÓ

                     El Pleno del Tribunal Constitucional, sometido a graves presiones por parte del Ejecutivo, se pronuncia y acuerda suspender de forma urgente la chapucera tramitación parlamentaria de las dos enmiendas por las que Sánchez pretendía modificar el sistema de elección de magistrados del Alto Tribunal y que el PP, haciendo uso de su derecho constitucional, recurría al entender que el avance de dicha tramitación parlamentaria causaba un daño de difícil reparación a los derechos de los legisladores (en este caso a los legisladores populares), por lo que invocaban el art. 23 de la Carta Magna, donde se recoge el derecho a la participación política de los ciudadanos a través de sus representantes. Decisión del TC inédita tras haber sido aprobadas dichas enmiendas en el Congreso en el marco de la proposición de ley para derogar el delito de sedición y que, en todo caso, sólo afecta a las dos enmiendas que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, añadió el PSOE a la derogación de la sedición para reformar por esta vía el sistema de elección de magistrados al TC, que ha imperado desde siempre en el CGPJ, y además para, ya de paso, eliminar también la potestad del Constitucional de examinar a sus candidatos, cuando el PP había pedido tumbarlas por no tener ninguna relación con la sedición, alegando en su recurso de amparo que se trataba de modificaciones de calado que se adoptan por la vía de la urgencia y sin escuchar a los órganos consultivos. Por tanto el TC, que es un órgano constitucional independiente de los demás órganos constitucionales y que no forma parte del Poder Judicial, ha hecho lo que tenía que hacer como intérprete supremo de la Constitución Española y como garante de que se actúa conforme a la misma; en este caso decir que por la puerta trasera vía enmiendas no se pueden imponer modificaciones de calado como es la modificación del sistema de elección de sus magistrados o la eliminación de su potestad de examinar a sus candidatos, cuando Sánchez, si eso es lo que quiere, puede y debe hacerlo ajustándose estrictamente a la legalidad. Por tanto, el TC, contra lo que se está vendiendo, no paraliza absolutamente nada ni interrumpe el trabajo del Legislativo, pues la reforma de la sedición y la malversación, que es el meollo de la cuestión, como no podía ser de otra forma, sigue adelante con su trámite parlamentario en el Senado (cuestión distinta es la conveniencia política o no de modificar en este sentido el Código Penal suavizando de forma flagrante las penas por semejantes repugnantes delitos) y sólo quedan sin vigencia las dos enmiendas recurridas. Ante tan lógica decisión del TC, Sánchez, rebajando su tono de amenaza precedente contra los “jueces conservadores”, llama a la “serenidad” y, mientras Bruselas respalda al TC y reitera al Gobierno que no puede actuar unilateralmente, prepara con sus aliados otro atajo para esquivar el varapalo del Alto Tribunal y Feijóo reclama a Moncloa que se aleje de sus socios y vuelva al Constitucionalismo, cuando su socio gubernamental, UPodemos, amaga incluso con que se incumpla la sentencia del TC y sus socios de investidura ponen el grito en el cielo por la osadía del Alto Tribunal de suspender el plan judicial de Sánchez, quien, adicto a las medidas exprés, ya se dispone a..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

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