FIN DEL DESASTRE INSTITUCIONAL

                     La cúpula del Supremo reclama el “fin del desastre institucional” con toda la razón del mundo, pues la perversión del funcionamiento de las instituciones en un Estado democrático es esencial y, lamentablemente, en España las instituciones a veces no gozan de buena salud, como sucede con las que tienen que ver con el Poder de la Justicia. Así las cosas el Constitucional, por ejemplo, está paralizado en temas clave a la espera de que un acuerdo entre Gobierno y PP (o lo que es lo mismo, entre PSOE y PP) ponga de una vez por todas las cosas en su sitio, pues, a la vista está, el actual procedimiento para la elección de los jueces y la renovación del CGPJ y otras altas instancias de la Justicia permiten el actual bloqueo, lo que, de entrada, habría que corregir para que estas cosas jamás vuelvan a suceder, lo que requiere sustituir el ineficaz sistema actual de elección por otro nuevo que impida a los partidos políticos semejante aberración. A tal efecto, tras la dimisión de Lesmes, descabezando el Poder Judicial, Sánchez y Feijóo, únicos que pueden desbloquear la situación, dicen que harán “un último esfuerzo” para que se pueda renovar el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial, actualmente en funciones. Sánchez, que elude aclarar si despolitizará la Justicia, fuerza ahora una negociación exprés ante la presión de la UE y renuncia, tras reunirse por fin con Feijóo, a la renovación del TC que quería imponer, sí o sí, y, de entrada, suaviza su radical negativa a hablar con el PP del sistema judicial, lo que, en principio ha sucedido después de que Lesmes cumpliera su palabra sobre su dimisión avisando de que “sólo aguantaré hasta el lunes”, y, dimitido éste, a Sánchez sólo le queda ceder en la reforma del CGPJ si quiere un acuerdo con Feijóo o dejar descabezado el Poder Judicial, ya que Feijóo no se moverá de sus líneas rojas a medio año de las autonómicas y municipales, mientras Moncloa no descarta ahora cambios en el sistema de elección de los jueces de “manera rápida”. Al efecto, Sánchez y Feijóo pactan hacer un último intento de renovar el CGPJ, pero Gobierno y PP mantienen sus posiciones, aunque evitan fijar condiciones previas al diálogo (algo es algo). Y mientras Feijóo anuncia “cambiaré la Ley del Poder Judicial si llego a Moncloa” para que los jueces puedan elegir al menos la mitad de los vocales del CGPJ, Sánchez tienta al PP con una “fórmula de compromiso” e intenta pactar una solución intermedia “imaginativa” antes del día 18 pero sin cambiar el actual sistema de elección, pues el Gobierno ve una “posibilidad real” de desbloqueo con el PP apostando por la discreción para “preservar” el pacto, mientras el pulso sigue en los “requisitos” que dejan fuera a Podemos y ERC, que redoblan su presión a Sánchez, ya que son sobradamente conocidos los desacatos de sendos partidos a las resoluciones judiciales españolas. Ante semejante tesitura, aunque Gobierno y PP creen que el acuerdo puede llegar “en días”, Feijóo exige que los vocales sean sin perfil político para el Poder Judicial, y Sánchez replica que “la idoneidad no ha sido un problema”, aunque ambos se enzarzan por el cambio de sistema de elección de los jueces ya que el PP ve “irrenunciable” para renovar el CGPJ que el PSOE se comprometa por escrito a modificar el modelo de elección, pues, a la vista está, el PP no se fía de la palabra del Presidente dados los bandazos que ha dado desde que llegó a Moncloa, mientras Sánchez vuelve al...... (sigue leyendo en  Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)