LA CUMBRE DE LA OTAN EN MADRID

                     Con un despliegue de seguridad sin precedentes, acorde con el evento a celebrar, se desarrolla en Madrid una Cumbre de la OTAN, calificada ya como “histórica” por su trascendencia global, pues, inevitablemente, la agresión militar de Rusia a Ucrania aboca a la Alianza a cambiar radicalmente su estrategia y señalar a la Rusia de Putin como “amenaza directa”, cuando hasta hace bien poco Rusia era un vecino con el que colaborar. En efecto, la histórica Cumbre de Madrid, para mayor éxito de España, de su Jefe de Estado y de su Jefe de Gobierno, como organizadores y anfitriones del evento, marca un antes y un después para Europa y Occidente dando lugar a una nueva era en el orden internacional que marca una especie de regreso a la Guerra Fría, lo que obliga a la casi adormecida OTAN a pertrecharse para un futuro, ya presente, de choque entre potencias, provocado por la agresiva política de Putin, quien, animado por la pasividad occidental hace unos años tras su invasión y anexión de Crimea, decide seguir invadiendo Ucrania provocando una inimaginable guerra en territorio europeo que, lamentablemente, se ha hecho realidad. En efecto, así las cosas, la OTAN, con buen criterio, decide en esta Cumbre histórica de Madrid señalar a Rusia como “la amenaza más importante”, remarcar el desafío de China a “nuestros intereses, seguridad y valores” y mencionar los riesgos en el flanco sur de Europa, pero sin mencionar expresamente a Ceuta y Melilla, aunque sí satisfaciendo de alguna forma los deseos de España, cuyo gobierno considera suficiente que la Alianza prometa “defender cada centímetro de su territorio”, es decir, la integridad territorial de todos y cada uno de sus miembros. Además, la OTAN estrecha lazos con el Pacífico, en un mensaje a Pekín, y abre la puerta a que Suecia y Finlandia, de tradicional neutralidad, sean acogidas como miembros de la Alianza tras levantar Turquía el veto a su ingreso a cambio de que no apoyen a los kurdos, confirmando con ello las palabras de Stoltenberg de que la adhesión de los países nórdicos “es algo que sucederá”. En definitiva, una OTAN renacida que, ante la agresión de Putin, actualiza su concepto estratégico con Rusia y China como enemigos y que en su hoja de ruta alerta sobre la unión de Pekín y Moscú “para socavar el orden internacional”, dejando claro que “somos una alianza defensiva, pero que nadie dude de nuestra fuerza para preservar cada centímetro de territorio aliado”, mientras se rearma ante los riesgos geopolíticos, los rivales sistémicos y las amenazas terroristas e híbridas. La OTAN pues, multiplica sus tropas en el Este para frenar a Putin, con un despliegue de fuerza de reacción rápida de 300.000 soldados, ocho veces más, mientras Rusia prosigue con su invasión a Ucrania desafiando a Occidente con un misil a un centro comercial, repleto de civiles, en territorio ucraniano, que provoca una..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)