jueves, 16 de junio de 2022

LA CULPA ES DE RUSIA Y DE FEIJÓO

                     Al margen de que las cosas se hagan mal, bien o regular, lo mínimo que se ha de exigir a cualquier gobernante es que asuma las responsabilidades de lo que hace en vez de buscar culpables ajenos para quitarse el muerto de encima, en lo que Sánchez es un verdadero experto pues siempre encuentra a alguien, menos a él, a quien intenta cargarle el mochuelo descaradamente. En efecto, ahora resulta que en la crisis con Argelia y el desequilibrio estratégico del Magreb, provocado por Sánchez personalmente y con nocturnidad y alevosía, el culpable o responsable no es él y su Gobierno que lo avala, sino que, curiosamente, los culpables son Rusia y Feijóo, mientras él recurre a la UE y a la OTAN para que le saque las castañas del fuego, pues el Gobierno sanchista (al menos la parte socialista del mismo) vincula dicha crisis a los lazos amistosos de Argelia con Rusia (Calviño sugiere que hay gran sintonía con el Kremlin por parte de Argel, que mantiene el bloqueo comercial a España) y afea a Feijóo que no le ayude ahora a salir del agujero negro en el que Sánchez, él solito, se ha metido sin previa consulta en asunto tan grave no sólo al líder del principal partido de la oposición, sino también al Congreso de los Diputados o al propio Consejo de Ministros que preside, mientras sigue sin explicarle al pueblo español o sus representantes las razones que le han llevado a cambiar la tradicional neutralidad de España sobre el conflicto del Sáhara por un alineamiento irresponsable con las tesis de Marruecos sobre el asunto. Obviamente, en semejantes condiciones, desde el partido popular le avisan de que no avalarán “errores” y, menos aún, si no ha habido ni siquiera una información previa ni posterior en la toma de decisiones, como es el caso. ¡Qué irresponsabilidad es esa de practicar la política de hechos consumados y si sale mal los culpables son otros y no quien ha tomado la decisión! Es la irresponsabilidad de la forma cínica de hacer política de Pedro Sánchez, sin ni siquiera tener el consenso de sus propios ministros. Así las cosas, el Gobierno da tiempo a Argel para que desbloquee las relaciones y espera antes de reclamar que intervenga la UE, buscando rebajar la crisis mientras el gobierno argelino carga contra el ministro Albares, al que llama “pirómano”, y su presidente destituye al ministro que ordenó el bloqueo comercial que entraba en conflicto con la UE (una cosa es seguir bloqueando las relaciones con España y otra bien distinta oficializar una ruptura que entra en conflicto con los acuerdos suscritos de Argelia con la UE), mientras Sánchez confía en Bruselas y trata de evitar un conflicto político nacional y Feijóo le ofrece pactos en política exterior para “no dañar la imagen de España” y para blindar la defensa y la seguridad, mediante una propuesta por carta que recoge, entre otras cosas, invertir 3.000 millones en la compra de material militar urgente y afianzar la defensa de Ceuta y Melilla, a dos semanas de la Cumbre de la Alianza en Madrid. Y mientras la UE pacta con Egipto e Israel para traer gas, Francia, Italia y Alemania se aprovechan del fiasco en Argelia mediante un tour diplomático con el objetivo de sustituir a España como socio energético de nuestro vecino del sur. Pero, ya ven, no pasa nada; Sánchez, que a pesar de la que está cayendo sigue en silencio, no es...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

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