lunes, 21 de marzo de 2022

VOLANTAZO TRAICIONERO SOBRE EL SÁHARA

                     Sánchez da un traicionero giro copernicano sobre el Sáhara en favor de Marruecos y, por carta a Mohamed VI, avala ahora el plan de autonomía de la ex colonia española a cambio de garantías sobre Ceuta y Melilla y sobre el flujo migratorio, con lo que España cede ante su vecino del sur y, después de casi cincuenta años, reconoce de forma insólita la “soberanía” marroquí sobre la antigua provincia española, asunto que, en todo este tiempo, ha venido estando en litigio y está estancado (ahora ya no estará) al negarse el Reino Alauí a cumplir las resoluciones de la ONU (74 resoluciones en 47 años para buscar una “solución política” y desatascar el asunto). Obviamente Rabat da por cerrada la crisis diplomática, creada por el Gobierno Español hace un año al traer a España con nocturnidad y alevosía al Jefe del Polisario, protegido por Argelia, sin previa consulta a Marruecos, mientras el Polisario acusa al Gobierno de Sánchez de “sucumbir al chantaje”, en tanto que este repentino cambio de posición sobre la excolonia abre otra grieta en la coalición, pues Podemos pide un referéndum de autodeterminación. Por su parte Moncloa afirma que con este cambio se inicia una “nueva etapa” en la relación bilateral y confía en que el incremento de las compras de gas calme a Argelia, con quien, obviamente, también se inicia una nueva etapa bilateral, al extremo de que ahora iniciamos con los argelinos una crisis de consecuencias imprevisibles pues, de momento, Argel llama a consulta a su embajador en Madrid como respuesta a la cesión irresponsable de Sánchez al que acusa de “traición” histórica al pueblo saharaui. Hay que tener en cuenta que Argelia es un socio indispensable para España como Marruecos y que el enquistado conflicto del Sahara, que enfrenta a sendos países, ha de ser tratado con la mayor sensibilidad diplomática, con el mayor consenso y con el mayor rigor; nada menos que suministra el 42´5% del gas y es fundamental, como Marruecos, en la lucha contra la inmigración irregular. Sánchez, que no se mete en más charcos porque no llueve (ya ven, ha llovido un poquito y mirad lo que pasa), se dispone a afrontar una tormenta de críticas de sus propios socios (a lo que ya está acostumbrado) y de la derecha mientras el resto de partidos le reprochan la falta de información. Con esta insólita traición global, que implica otras traiciones más concretas, como al programa electoral del PSOE o como al pueblo saharaui, se rompe, tal como dice Feijóo, que lo califica de “temeridad”, nada menos que un consenso de cincuenta años en materia exterior tan sensible, que ahora salta por los aires por dos errores garrafales del gobierno de Sánchez: la crisis generada...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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