jueves, 10 de marzo de 2022

ECONOMÍA DE GUERRA

                     El temor a una economía de guerra se extiende por doquier mientras el terror sigue avanzando por tierras y ciudades ucranianas sin que nadie pueda parar a un Putin cada vez más desnortado. Ante la amenaza de veto a la energía rusa, el precio del gas y del petróleo se desbocan, la luz fulmina su máximo histórico y las materias primas se encarecen, las Bolsas internacionales sufren sacudidas por la incertidumbre de Ucrania y los gobiernos, entre ellos el español, preparan un paquete de medidas para paliar en lo posible los efectos de la crisis. China ya intercede ante Rusia para intentar solucionar semejante locura y Putin plantea duras exigencias, tal como confirma el ministro de Exteriores chino, para un alto el fuego creíble como son la cesión de Crimea, el reconocimiento por parte de Kiev de la independencia de        Donetsk y Lugansk, así como el compromiso en la Constitución de Ucrania de una neutralidad en el futuro. En definitiva, una amputación territorial descarada del Estado Ucraniano y una neutralidad impuesta que más bien suena a neutralizar el país y a rendición, que, obviamente los ucranianos no están dispuestos a aceptar. Así las cosas y en pleno ataque despiadado del ejército ruso a las ciudades ucranianas, EEUU y Reino Unido vetan al final la compra de crudo y gas ruso (Biden lo hace de forma inmediata y Johnson de forma gradual) pero la UE no se ve en condiciones de hacerlo por su indudable mayor dependencia energética de Rusia, especialmente en los países europeos del centro y norte, al extremo de que Alemania enfría la posibilidad de que la UE pueda cortar el suministro de Rusia ya que “es esencial”, asegura Scholz, y necesita más tiempo para rebajar su dependencia energética. Así las cosas, mientras EEUU y Reino Unido vetan el crudo ruso para castigar a Putin, la UE prepara una reducción más progresiva, aunque la realidad es que sólo el 8% de las entradas de crudo en EEUU procede de Rusia y para Moscú es el 1% de sus ventas, con lo que el castigo a Putin por este asunto parece más bien pequeño, pues de obrar la UE así sí que sería sustancialmente mayor, pero a coste de una carencia de energía que como un búmeran causaría grandes penurias a los europeos. Biden veta el petróleo ruso y, mientras la UE intenta desengancharse del gas, argumenta que lo hace porque “no financiaremos su guerra”, en tanto que China pide moderación a Europa para mediar con Putin, que prosigue su sangrienta guerra y redobla los ataques, amenazando además con cortar el suministro de materias primas, mientras Zelenski rechaza rendirse y Biden negocia con Maduro (¡quién lo diría!) alternativas al petróleo ruso, enviando una delegación a Caracas para ofrecer la retirada de las sanciones a cambio de garantizarse el suministro de crudo, en tanto que Bruselas planea expulsar a Gazprom del sistema de reservas de gas y Polonia accede a entregar sus cazas MIG-29 a Ucrania a través de una base de EEUU “de forma inmediata y gratuita” y el gobierno polaco anima..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

No hay comentarios:

Publicar un comentario