lunes, 11 de octubre de 2021

GASTAR, SÍ; SI HAY DINERO

                     Es evidente que en una situación de crisis extrema, como la que atraviesa España con casi todos los indicadores económicos batiendo records a la baja, la cuestión no es gastar más, sino gastar mejor, eliminando todos aquellos gastos superfluos como el exceso de asesores y cargos públicos en las diferentes instituciones del Estado. Por tanto, gastar mejor y, en todo caso, gastar más si hay dinero, que no es el caso, y que gastar más dinero prestado sólo conduce a condenar a las generaciones futuras a que las pasen canutas. Sin embargo Sánchez, presume y lanza las últimas cuentas expansivas antes del ajuste postcovid, con unos Presupuestos para 2022 en que la inversión alcanza niveles record gracias a los fondos europeos (la mitad de ellos prestados, que habrá que devolver) y fiando la reducción del déficit al crecimiento, olvidando, en todo caso, que la UE exigirá esfuerzos en 2023. Y es que Sánchez y Díaz se agarran al salvavidas europeo para multiplicar el gasto (no para gastar mejor) y presupuestan 27.000 millones en fondos europeos que todavía no han llegado, mientras presumen de su política social con más dinero para pensiones y funcionarios, pero castigando a empresas y ahorradores, cargando su record de gasto sobre las clases medias productivas al prever una recaudación histórica de 100.000 millones en IRPF, mientras castiga al ahorrador reduciendo a 1.500 euros la aportación máxima anual a los planes de pensiones y mientras Hacienda admite que en las cuentas hay concesiones a ERC y PNV (el objetivo es regarles con inversiones para no sufrir desgaste político, pues todos ellos saben que hay dependencia mutua y para ello es mejor repetir la minoría mayoritaria de la investidura, aunque nos lleve a la ruina) con el objetivo de asegurar su apoyo y agotar la legislatura, mientras intenta además recuperar un millón de votos jóvenes (PSOE y Podemos han perdido un tercio de los votantes entre 18 y 35 años que tuvieron en 2019) con medidas estrella, que recuerdan a Zapatero, como un bono a los menores de 35 años de 250 euros al mes durante dos años para alquiler de vivienda, en vez de esforzarse en liberar suelo público para construir viviendas sociales, o como otro bono cultural de 400 euros a los jóvenes que cumplan 18 años, aunque luego, habrá que ver la letra pequeña de todo esto, para que no suceda como al Gobierno de Carmena en Madrid en que el 82% de sus proyectos participativos, anunciados a bombo y platillo, no se hicieron por ser inviables. En definitiva, unos Presupuestos que logran un record en gasto, déficit y deuda pública con las cuentas más “sociales” pendientes de 46.000 millones, sostenidos con más impuestos (el mayor gasto público de la historia se logra con un 8% más de recaudación) y con fondos europeos que obligan a España a firmar un contrato con Bruselas para llevar a cabo las reformas que la UE exige a cambio de los mismos, cuando la mayor parte del dinero para ese gasto social se empleará en pensiones y desempleo, que se llevan 193.600 millones, casi el 75% del total. Eso sí, reducir los....(sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

 

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