jueves, 8 de diciembre de 2016

REFORMA CONSTITUCIONAL


                        Tras el descalabro de Renzi en Italia en el referéndum y simplemente por sentido común, en España Rajoy enfría el debate sobre la reforma de la Constitución, mientras el PSOE se compromete a “hablar y negociar” para lograr un consenso previo de muy amplio espectro, pues Podemos recuerda que tiene peso parlamentario suficiente para forzar un referéndum al respecto. Y con los referéndums, salvo que previamente estén ampliamente consensuados, ya se sabe; pues, como las armas, los carga el diablo. En efecto, el fiasco italiano enfría con razón las ganas de reforma en España, donde Gobierno, PP, PSOE y Ciudadanos temen que Podemos lidere el “no” en un referéndum para revisar la Carta Magna, por lo que resultaría kamikaze convocarlo sin su consenso. Y es que asunto tan delicado no puede materializarse a la ligera y, menos aún, con un disenso político como el que al respecto hay en España, pues, de hacerlo así, el pretendido remedio (reformar y actualizar la Constitución) puede ser peor que la enfermedad (mantener tal cual el texto constitucional). No en vano PP, PSOE y Ciudadanos, los partidos claramente constitucionalistas, están en contra de “un proceso constituyente” y rechazan por tanto la demolición que proponen los independentistas y Podemos (una cosa es reformar aquellos aspectos manifiestamente mejorables y otra montar el pollo que pretenden los enemigos del “régimen del 78” como le llaman ellos). Es pues necesario un consenso que debiera ser tan amplio como el que hubo para aprobar la Carta Magna en su día, al menos para dejar claro a priori el qué, el cómo y el para qué de lo que se pretende reformar, pues, en caso contrario, abrir el melón sin más, sería un verdadero suicidio político colectivo. Así pues, el mero riesgo de un referéndum, susceptible de dividir más aún a la sociedad española, enfría de momento la reforma constitucional, por lo que Rajoy supedita cualquier cambio sustancial en el texto a un pacto previo de “todos” y pone como límite la unidad nacional y la igualdad de los españoles, mientras el PSOE aplaza el debate hasta después de su Congreso, que prevé para antes del verano, y Podemos plantea una consulta inasumible. Así anda el asunto mientras la Vicepresidenta Santamaría estrena despacho en Cataluña, entrevistándose en Barcelona con Millo, Iceta y Arrimadas, dispuesta a implicar a... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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