Tras el descalabro de
Renzi en Italia en el referéndum y simplemente por sentido común, en España
Rajoy enfría el debate sobre la reforma de la Constitución, mientras el PSOE se
compromete a “hablar y negociar” para lograr un consenso previo de muy amplio
espectro, pues Podemos recuerda que tiene peso parlamentario suficiente para
forzar un referéndum al respecto. Y con los referéndums, salvo que previamente
estén ampliamente consensuados, ya se sabe; pues, como las armas, los carga el
diablo. En efecto, el fiasco italiano enfría con razón las ganas de reforma en
España, donde Gobierno, PP, PSOE y Ciudadanos temen que Podemos lidere el “no”
en un referéndum para revisar la Carta Magna, por lo que resultaría kamikaze
convocarlo sin su consenso. Y es que asunto tan delicado no puede materializarse
a la ligera y, menos aún, con un disenso político como el que al respecto hay
en España, pues, de hacerlo así, el pretendido remedio (reformar y actualizar
la Constitución) puede ser peor que la enfermedad (mantener tal cual el texto
constitucional). No en vano PP, PSOE y Ciudadanos, los partidos claramente
constitucionalistas, están en contra de “un proceso constituyente” y rechazan
por tanto la demolición que proponen los independentistas y Podemos (una cosa
es reformar aquellos aspectos manifiestamente mejorables y otra montar el pollo
que pretenden los enemigos del “régimen del 78” como le llaman ellos). Es pues
necesario un consenso que debiera ser tan amplio como el que hubo para aprobar
la Carta Magna en su día, al menos para dejar claro a priori el qué, el cómo y
el para qué de lo que se pretende reformar, pues, en caso contrario, abrir el
melón sin más, sería un verdadero suicidio político colectivo. Así pues, el
mero riesgo de un referéndum, susceptible de dividir más aún a la sociedad española,
enfría de momento la reforma constitucional, por lo que Rajoy supedita
cualquier cambio sustancial en el texto a un pacto previo de “todos” y pone
como límite la unidad nacional y la igualdad de los españoles, mientras el PSOE
aplaza el debate hasta después de su Congreso, que prevé para antes del verano,
y Podemos plantea una consulta inasumible. Así anda el asunto mientras la
Vicepresidenta Santamaría estrena despacho en Cataluña, entrevistándose en
Barcelona con Millo, Iceta y Arrimadas, dispuesta a implicar a... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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