Mientras Interior blinda
las grandes capitales, entre ellas Madrid, para evitar ataques terroristas como
el de Berlín, Carmena restringe a la mitad el tráfico de vehículos dentro del
perímetro de la M-30 para evitar la alta contaminación atmosférica que, como
buena parte de las grandes ciudades europeas, sufre la capital de España. En
efecto, por una parte un dispositivo con 1.900 policías adicionales se
desplegará en Madrid para vigilar las grandes aglomeraciones en la Nochevieja y
la Cabalgata de Reyes, extremando la seguridad, ante el riesgo de atentados,
con controles policiales a los conductores de los camiones de la Cabalgata y en
la Puerta del Sol desde los tejados (al igual que en otras grandes ciudades
españolas), mientras España además intensifica su respuesta global contra el
yihadismo, afirmando De Cospedal, la Ministra de Defensa, en Malí que “lo que
se hace fuera de las fronteras por la seguridad es incluso más importante que
lo de dentro”. Y, en efecto, por otra parte el Ayuntamiento, presidido por
Carmena, prohíbe circular dentro del perímetro de la M-30 a los coches con
matrículas pares los días pares y a los de matrículas impares los días impares
limitando así a la mitad el tráfico ante la polución atmosférica como
consecuencia de activar por vez primera el protocolo anticontaminación,
rebajado en sus límites respecto a lo que propone la OMS y la UE, y
curiosamente lo hace cuando París planea cambiar este sistema tras veinte años
de practicarlo puntualmente; por tanto, una prohibición histórica al activar la
alerta pese a que sólo dos estaciones ubicadas fuera de la M-30 superaban el
límite de alerta, que además comportará una multa de 90 euros a quienes la
incumplan y que, curiosamente, traslada la polución y los atascos fuera del
centro de la ciudad pero no la evita, concentrándolos en los alrededores. Así
pues, los madrileños y los habituales visitantes de la ciudad en estas fechas,
al margen de la eficacia o no de las medidas adoptadas en ambos supuestos, van
a pasar unas Navidades inolvidables sin lugar a dudas… Esperemos que, al menos,
las medidas tomadas y sus pertinentes inconveniencias para los ciudadanos
sirvan para algo y sean eficaces ya que, en caso contrario, sería como para ir
todos al psicoanalista. Y entretanto, entre otras cuestiones, la flota de
autobuses de Madrid... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario