La patética gestión de
la catástrofe provocada por la DANA en la Comunicad Valenciana urge a que los
ciudadanos nos preguntemos necesariamente “¿en manos de quién estamos?” pues no
es de recibo que, doce días después del inicio de la espeluznante tragedia, el
Gobierno Español y la Generalitat Valenciana, principales instituciones
responsables de gestionar la crisis (junto a los Ayuntamientos afectados que,
al margen de su signo político sí lo están haciendo bien), sigan agitando las
pertinentes filtraciones para eludir culpas, poniendo a sus respectivos equipos
a trabajar para buscar cualquier información sobre la DANA que ponga en aprietos
al contrario para demostrar cuál de los dos lo hace peor o es más incompetente,
cuando todavía se sigue buscando desaparecidos, encontrando cadáveres y
retirando el lodo y los enseres de las calles con la esperanza de volver pronto
a la “normalidad”. Es decir, a la anormal normalidad, que tenemos en España, en
la que el gobernante PSOE y el opositor PP, que han tenido la responsabilidad
de gobernar durante todos estos años de democracia, están condicionados por
radicalismos populistas indeseables (el PSOE por la izquierdista coalición
Sumar y los secesionistas PNV, Junts, Bildu y ERC; y el PP por Vox, de clara
inclinación ultraderechista) que entorpecen, mediante chantajes intolerables,
la normal gobernabilidad de España y de la mayoría de CCAA, salvo aquellas que
tienen mayoría absoluta en las que, al margen del signo político que sus
electores hayan decidido para que las gobierne, al menos, sabemos que no van a
ser chantajeadas a cambio de votos. Una anormal normalidad que venimos
padeciendo a nivel nacional con la extravagante cesión del Gobierno al
secesionismo en asuntos fundamentales a cambio de los votos que le faltan para
conseguir una mínima mayoría aritmética en las Cortes (no siempre conseguida),
que le permita seguir en el poder aunque sea a trancas y barrancas, mientras el
Presidente del Gobierno, Sánchez, y el Jefe de la Oposición, Feijóo, que
acaparan entre ambos una amplísima mayoría absoluta frente al resto de los
demás partidos, viven de espaldas uno del otro incluso para resolver y
consolidar los “asuntos de Estado”, que requieren la colaboración de ambos, y
por ello, cuando esa anormal normalidad se quiebra, como es el caso con la
catástrofe de Valencia (y en menor medida de Castilla-La Mancha y Andalucía)
pasa lo que pasa, poniendo de relieve la inviabilidad del Estado. No es de
recibo, y que cada quien apechugue con las consecuencias, que, entre otras
cosas, el Govern Valenciano se enterara de que se desbordaba el río Magro
porque llamó un alcalde; que el President Mazón no cancelara su agenda del
fatídico día para atender otros asuntos menores; que la Vicepresidenta Ribera,
pendiente de su nombramiento como comisaria europea y no de otras cosas,
permaneciera fuera de España y en silencio hasta anteayer, negándose a
comparecer para informar sobre la catástrofe; que la Confederación Hidrográfica
del Júcar, dependiente de ella, detectara a las 17´25 horas un aumento del
caudal en el Poyo pero no informara porque su misión no es “vigilar los
barrancos”; o que Pradas, la Consejera de Interior valenciana, dijera que no
conocía las alertas a móviles y que se enteró de su existencia gracias a un
técnico la misma noche del inicio de la catástrofe. Pero, ¿en manos de quién
estamos?
Y no es de recibo que, desencadenada la tragedia, Feijóo, desde el
principio, instara a Sánchez a que declarara “la emergencia nacional” para
centralizar la gestión de la crisis y poner todos los medios del Estado al
servicio de tan urgente objetivo, aunque suponía apartar a Mazón de la dirección
de dicha gestión, y que Sánchez lo descartara y apostara por esa especie de
“cogobernanza” porque somos un “Estado descentralizado”; una cogobernanza que,
entre unos y otros, sólo sirve para los reproches mutuos, en medio del caos y
la descoordinación para resolver la mayor crisis en España por fenómenos
atmosféricos y que afecta a varias CCAA. Lo cierto es que, ausente la ministra
Ribera, competente en el asunto, Mazón pasó varias horas comiendo con una
periodista para ofrecerle la dirección de la televisión regional sin que nadie
supiera dónde estaba mientras Valencia se anegaba, dejando al mando a una
Consejera del Govern que desconocía que existieran mecanismos de alerta directa
a móviles de los ciudadanos cuando ES-Alert estaba activo desde 2022 en que lo
presentara la propia Comunidad Valenciana. Tristemente la Generalitat
Valenciana desdeñó los avisos de Aemet, de los alcaldes, del 112 y de la
Confederación del Jucar, en medio de la discusión bizantina sobre las
competencias de unos u otros, con lo que el “operativo” ignoró la crecida de
caudales letales durante tres horas en medio de un “caos total”, al parecer,
porque la obsesión por controlar una presa desvió toda la atención de la rambla
que al final causó la tragedia. Entretanto, Mazón mantuvo su agenda del día
durante toda la mañana, habló con la Consejera de Interior a las 17´37 horas,
regresó a su despacho a las 18 horas y finalmente se presentó en el centro de
mando, CECOPI, a las 19´30, tras tres horas desaparecido (desde las 15 a las 18
horas) en momentos tan cruciales, que ahora la Generalitat desvela que se debió
a una “comida de trabajo” con una periodista para ofrecerle dirigir la
televisión pública valenciana. ¿En manos de quién estamos?
El caso es que las contradicciones de Mazón, su secretismo inicial para no
desvelar dónde había estado (cuando es obvio que al final todo se sabe) lastran
gravemente su credibilidad y agobian al PP, cuyos dirigentes admiten que “hubo
una tardanza inexplicable” en la reacción para afrontar la crisis y observan
“preocupados” los iniciales titubeos para explicar la ausencia del President en
las primeras horas del caos, mientras él dice que está siendo víctima de una “cacería
política” y una “campaña de bulos” (¿les suena este manido recurso demagógico
tan utilizado por nuestros gobernantes cuando les pillan con el carrito del
helado?, pues eso, más de lo mismo). No obstante Mazón traslada a su partido su
“determinación de tirar para adelante” y éste asume que en plena crisis “no es
momento de cortar cabezas”, mientras Feijóo dice que Sánchez “ha dimitido de su
responsabilidades” y se reúne con sus barones autonómicos, incluido Mazón, les
agradece su solidaridad y asegura que Mazón está volcado con la DANA (en fin,
más vale tarde que nunca, aunque el destrozo ya no tiene remedio). Y mientras
Mazón intenta defenderse por su tardanza a la reunión de “emergencias” diciendo
que “todo cambió a las siete de la tarde” (pueril razonamiento para intentar
librarse de la quema) la ministra de Hacienda, Montero, aprovecha para asegurar
que “en una emergencia hay que sacar Presupuestos” (demagógico razonamiento
para intentar mantenerse en el poder) y el PP eleva la presión sobre Teresa
Ribera por inhibirse en la catástrofe al estar tantos días sin decir ni pío
sobre la misma; por su parte Feijóo sostendrá a Mazón para no darle un triunfo
a Sánchez y, mientras crecen las críticas, se busca usar la presión para que,
al menos, cambie su gobierno.
Entretanto decenas de miles de
personas salen ayer a las calles, especialmente en Valencia, para pedir la
dimisión de Mazón (y en menor medida la de Sánchez) por la gestión de la DANA
que ha dejado al menos 214 muertes y pérdidas materiales multimillonarias. Sí
hace unos días durante la visita de los Reyes a la zona afectada, era Sánchez
quien tuvo que salir por pies a causa de la indignación popular, ahora es Mazón
el principal objetivo, cuando ambos debieran irse lo antes posible; si entonces
se culpaba a la extrema derecha de haber orquestado las protestas y agresiones
contra el Presidente del Gobierno, ahora se culpa a colectivos nacionalistas
“catalanistas” de haber convocado las manifestaciones, porque “vienen a montar
lío” contra el President Valenciano y eludir criticar la inacción de Sánchez….
Una manifestación, en todo caso, organizada por colectivos de izquierda, con
insultos contra el Presidente Valenciano, a la que acuden tímidos protestantes
contra el Presidente del Gobierno, y en la que tratan de asaltar el
Ayuntamiento de Valencia, siendo necesarias cargas policiales, mientras la
cronología de los graves hechos ocurridos muestran que los protocolos
establecidos no garantizaron la seguridad de la población, dándose graves
errores de unos y otros en la previsión y posterior gestión de la DANA
(¿ineficacia?, ¿incompetencia?, ¿dejación de asumir
responsabilidades?....júzguenlo ustedes). De momento la patética estrategia de
agitar las pertinentes filtraciones para eludir culpas por parte de unos y
otros van dando sus resultados en cada momento, si hace unos días a favor del
PP, ahora a favor del PSOE, hasta que se diluciden fehacientemente las culpas
por acción u omisión de unos y otros. Entre todos, la casa sin barrer, cuando
hay tanto que barrer en este país.
Mientras tanto Bolaños intenta
colocar a sus candidatas en las Sañas del Supremo claves para el Gobierno, ya
que los casos del Fiscal General y del ex ministro Ábalos se resolverán en la
sala Segunda y Tercera, donde el Ejecutivo apuesta ahora por Ferrer y Teso. Un
Tribunal Supremo que se dispone a investigar a Ábalos por tráfico de
influencias, cohecho, malversación y organización criminal ante los indicios de
su “papel principal” en el “caso Koldo” y al efecto abre causa al exministro y
ex secretario de organización del PSOE y mano derecha de Sánchez, sospechando
que la trama se aprovechó de que Ábalos era el “número tres” del PSOE, aunque
deja parte de la causa a la Audiencia, que, por cierto, desatasca el juicio a
la familia Pujol (que acusaba a España de que robaba a Cataluña cuando eran
ellos quienes robaban a los catalanes) y lo celebrará en 2025 (¡ya era hora!).
Y siguiendo con los choriceos y conductas inaceptables, resulta que es detenido
el Jefe de la UDEF de Madrid que tenía más de veinte millones de euros del
narcotráfico en su casa, emparedados, pues, al parecer, daba cobertura a una
potente red que movía un millar de contenedores anualmente; en la operación,
que ha supuesto la mayor incautación de cocaína en España, hay quince
detenidos, entre ellos la esposa del susodicho, también policía.
Por lo que respecta a otros asuntos
citar que la banca presiona a PNV y Junts para aliviar el impuesto al sector;
que un segundo alto cargo deja el Banco de España en las ocho primeras semanas
de Escrivá; y que cinco magistrados del TC ven manipulado el aval al primer
estado de alarma que decretó Sánchez y rechazan la maniobra que modifica la
doctrina al servicio del Gobierno, se trata de los magistrados conservadores
quienes consideran que la mayoría progresista “ha manipulado” una sentencia
para “orillar” la doctrina del Tribunal en la que se sustentó esa declaración
de inconstitucionalidad, “rehabilitando” el decreto-ley del Ejecutivo para su
primer estado de alarma, lo que supone de facto validar cuatro años después la
decisión del Gobierno (en fin, ya ven, lo esencial es tener mayoría aritmética
en los distintos organismos, y lo demás, incluida la legalidad, queda en
segundo plano).
Y del exterior, destacar que se
producen graves incidentes en Amsterdam entre aficionados israelíes y
activistas propalestinos en un partido de futbol; que Alemania se sume en la
incertidumbre tras romperse el Gobierno de Scholz a quien la CDU le exige elecciones
ya y él le ofrece acordar la fecha electoral a cambo de aprobar las leyes
pendientes; que Europa se rearma ante el regreso de Trump y los 27 reafirman la
necesidad de elevar la competitividad de la UE ya que “no podemos seguir así”;
y que la Reserva Federal en EEUU vuelve a bajar los tipos en 0´24 puntos,
mientras Biden llama a rebajar la crispación pues “no puedes amar a tu país
sólo cuando ganas” en plena guerra del Partido Demócrata que ahora reconoce que
Kamala Harris era una candidata muy débil, mientras Trump configura su gobierno
y ya plantea cerrar la frontera con Méjico y deportaciones masivas de
inmigrantes, en tanto que Putin confirma su decisión de negociar con él sobre
el fin de la guerra en Ucrania.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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