domingo, 10 de noviembre de 2024

¿EN MANOS DE QUIÉN ESTAMOS?

 

                        La patética gestión de la catástrofe provocada por la DANA en la Comunicad Valenciana urge a que los ciudadanos nos preguntemos necesariamente “¿en manos de quién estamos?” pues no es de recibo que, doce días después del inicio de la espeluznante tragedia, el Gobierno Español y la Generalitat Valenciana, principales instituciones responsables de gestionar la crisis (junto a los Ayuntamientos afectados que, al margen de su signo político sí lo están haciendo bien), sigan agitando las pertinentes filtraciones para eludir culpas, poniendo a sus respectivos equipos a trabajar para buscar cualquier información sobre la DANA que ponga en aprietos al contrario para demostrar cuál de los dos lo hace peor o es más incompetente, cuando todavía se sigue buscando desaparecidos, encontrando cadáveres y retirando el lodo y los enseres de las calles con la esperanza de volver pronto a la “normalidad”. Es decir, a la anormal normalidad, que tenemos en España, en la que el gobernante PSOE y el opositor PP, que han tenido la responsabilidad de gobernar durante todos estos años de democracia, están condicionados por radicalismos populistas indeseables (el PSOE por la izquierdista coalición Sumar y los secesionistas PNV, Junts, Bildu y ERC; y el PP por Vox, de clara inclinación ultraderechista) que entorpecen, mediante chantajes intolerables, la normal gobernabilidad de España y de la mayoría de CCAA, salvo aquellas que tienen mayoría absoluta en las que, al margen del signo político que sus electores hayan decidido para que las gobierne, al menos, sabemos que no van a ser chantajeadas a cambio de votos. Una anormal normalidad que venimos padeciendo a nivel nacional con la extravagante cesión del Gobierno al secesionismo en asuntos fundamentales a cambio de los votos que le faltan para conseguir una mínima mayoría aritmética en las Cortes (no siempre conseguida), que le permita seguir en el poder aunque sea a trancas y barrancas, mientras el Presidente del Gobierno, Sánchez, y el Jefe de la Oposición, Feijóo, que acaparan entre ambos una amplísima mayoría absoluta frente al resto de los demás partidos, viven de espaldas uno del otro incluso para resolver y consolidar los “asuntos de Estado”, que requieren la colaboración de ambos, y por ello, cuando esa anormal normalidad se quiebra, como es el caso con la catástrofe de Valencia (y en menor medida de Castilla-La Mancha y Andalucía) pasa lo que pasa, poniendo de relieve la inviabilidad del Estado. No es de recibo, y que cada quien apechugue con las consecuencias, que, entre otras cosas, el Govern Valenciano se enterara de que se desbordaba el río Magro porque llamó un alcalde; que el President Mazón no cancelara su agenda del fatídico día para atender otros asuntos menores; que la Vicepresidenta Ribera, pendiente de su nombramiento como comisaria europea y no de otras cosas, permaneciera fuera de España y en silencio hasta anteayer, negándose a comparecer para informar sobre la catástrofe; que la Confederación Hidrográfica del Júcar, dependiente de ella, detectara a las 17´25 horas un aumento del caudal en el Poyo pero no informara porque su misión no es “vigilar los barrancos”; o que Pradas, la Consejera de Interior valenciana, dijera que no conocía las alertas a móviles y que se enteró de su existencia gracias a un técnico la misma noche del inicio de la catástrofe. Pero, ¿en manos de quién estamos?

Y no es de recibo que, desencadenada la tragedia, Feijóo, desde el principio, instara a Sánchez a que declarara “la emergencia nacional” para centralizar la gestión de la crisis y poner todos los medios del Estado al servicio de tan urgente objetivo, aunque suponía apartar a Mazón de la dirección de dicha gestión, y que Sánchez lo descartara y apostara por esa especie de “cogobernanza” porque somos un “Estado descentralizado”; una cogobernanza que, entre unos y otros, sólo sirve para los reproches mutuos, en medio del caos y la descoordinación para resolver la mayor crisis en España por fenómenos atmosféricos y que afecta a varias CCAA. Lo cierto es que, ausente la ministra Ribera, competente en el asunto, Mazón pasó varias horas comiendo con una periodista para ofrecerle la dirección de la televisión regional sin que nadie supiera dónde estaba mientras Valencia se anegaba, dejando al mando a una Consejera del Govern que desconocía que existieran mecanismos de alerta directa a móviles de los ciudadanos cuando ES-Alert estaba activo desde 2022 en que lo presentara la propia Comunidad Valenciana. Tristemente la Generalitat Valenciana desdeñó los avisos de Aemet, de los alcaldes, del 112 y de la Confederación del Jucar, en medio de la discusión bizantina sobre las competencias de unos u otros, con lo que el “operativo” ignoró la crecida de caudales letales durante tres horas en medio de un “caos total”, al parecer, porque la obsesión por controlar una presa desvió toda la atención de la rambla que al final causó la tragedia. Entretanto, Mazón mantuvo su agenda del día durante toda la mañana, habló con la Consejera de Interior a las 17´37 horas, regresó a su despacho a las 18 horas y finalmente se presentó en el centro de mando, CECOPI, a las 19´30, tras tres horas desaparecido (desde las 15 a las 18 horas) en momentos tan cruciales, que ahora la Generalitat desvela que se debió a una “comida de trabajo” con una periodista para ofrecerle dirigir la televisión pública valenciana. ¿En manos de quién estamos?

El caso es que las contradicciones de Mazón, su secretismo inicial para no desvelar dónde había estado (cuando es obvio que al final todo se sabe) lastran gravemente su credibilidad y agobian al PP, cuyos dirigentes admiten que “hubo una tardanza inexplicable” en la reacción para afrontar la crisis y observan “preocupados” los iniciales titubeos para explicar la ausencia del President en las primeras horas del caos, mientras él dice que está siendo víctima de una “cacería política” y una “campaña de bulos” (¿les suena este manido recurso demagógico tan utilizado por nuestros gobernantes cuando les pillan con el carrito del helado?, pues eso, más de lo mismo). No obstante Mazón traslada a su partido su “determinación de tirar para adelante” y éste asume que en plena crisis “no es momento de cortar cabezas”, mientras Feijóo dice que Sánchez “ha dimitido de su responsabilidades” y se reúne con sus barones autonómicos, incluido Mazón, les agradece su solidaridad y asegura que Mazón está volcado con la DANA (en fin, más vale tarde que nunca, aunque el destrozo ya no tiene remedio). Y mientras Mazón intenta defenderse por su tardanza a la reunión de “emergencias” diciendo que “todo cambió a las siete de la tarde” (pueril razonamiento para intentar librarse de la quema) la ministra de Hacienda, Montero, aprovecha para asegurar que “en una emergencia hay que sacar Presupuestos” (demagógico razonamiento para intentar mantenerse en el poder) y el PP eleva la presión sobre Teresa Ribera por inhibirse en la catástrofe al estar tantos días sin decir ni pío sobre la misma; por su parte Feijóo sostendrá a Mazón para no darle un triunfo a Sánchez y, mientras crecen las críticas, se busca usar la presión para que, al menos, cambie su gobierno.

 Entretanto decenas de miles de personas salen ayer a las calles, especialmente en Valencia, para pedir la dimisión de Mazón (y en menor medida la de Sánchez) por la gestión de la DANA que ha dejado al menos 214 muertes y pérdidas materiales multimillonarias. Sí hace unos días durante la visita de los Reyes a la zona afectada, era Sánchez quien tuvo que salir por pies a causa de la indignación popular, ahora es Mazón el principal objetivo, cuando ambos debieran irse lo antes posible; si entonces se culpaba a la extrema derecha de haber orquestado las protestas y agresiones contra el Presidente del Gobierno, ahora se culpa a colectivos nacionalistas “catalanistas” de haber convocado las manifestaciones, porque “vienen a montar lío” contra el President Valenciano y eludir criticar la inacción de Sánchez…. Una manifestación, en todo caso, organizada por colectivos de izquierda, con insultos contra el Presidente Valenciano, a la que acuden tímidos protestantes contra el Presidente del Gobierno, y en la que tratan de asaltar el Ayuntamiento de Valencia, siendo necesarias cargas policiales, mientras la cronología de los graves hechos ocurridos muestran que los protocolos establecidos no garantizaron la seguridad de la población, dándose graves errores de unos y otros en la previsión y posterior gestión de la DANA (¿ineficacia?, ¿incompetencia?, ¿dejación de asumir responsabilidades?....júzguenlo ustedes). De momento la patética estrategia de agitar las pertinentes filtraciones para eludir culpas por parte de unos y otros van dando sus resultados en cada momento, si hace unos días a favor del PP, ahora a favor del PSOE, hasta que se diluciden fehacientemente las culpas por acción u omisión de unos y otros. Entre todos, la casa sin barrer, cuando hay tanto que barrer en este país.

            Mientras tanto Bolaños intenta colocar a sus candidatas en las Sañas del Supremo claves para el Gobierno, ya que los casos del Fiscal General y del ex ministro Ábalos se resolverán en la sala Segunda y Tercera, donde el Ejecutivo apuesta ahora por Ferrer y Teso. Un Tribunal Supremo que se dispone a investigar a Ábalos por tráfico de influencias, cohecho, malversación y organización criminal ante los indicios de su “papel principal” en el “caso Koldo” y al efecto abre causa al exministro y ex secretario de organización del PSOE y mano derecha de Sánchez, sospechando que la trama se aprovechó de que Ábalos era el “número tres” del PSOE, aunque deja parte de la causa a la Audiencia, que, por cierto, desatasca el juicio a la familia Pujol (que acusaba a España de que robaba a Cataluña cuando eran ellos quienes robaban a los catalanes) y lo celebrará en 2025 (¡ya era hora!). Y siguiendo con los choriceos y conductas inaceptables, resulta que es detenido el Jefe de la UDEF de Madrid que tenía más de veinte millones de euros del narcotráfico en su casa, emparedados, pues, al parecer, daba cobertura a una potente red que movía un millar de contenedores anualmente; en la operación, que ha supuesto la mayor incautación de cocaína en España, hay quince detenidos, entre ellos la esposa del susodicho, también policía.

            Por lo que respecta a otros asuntos citar que la banca presiona a PNV y Junts para aliviar el impuesto al sector; que un segundo alto cargo deja el Banco de España en las ocho primeras semanas de Escrivá; y que cinco magistrados del TC ven manipulado el aval al primer estado de alarma que decretó Sánchez y rechazan la maniobra que modifica la doctrina al servicio del Gobierno, se trata de los magistrados conservadores quienes consideran que la mayoría progresista “ha manipulado” una sentencia para “orillar” la doctrina del Tribunal en la que se sustentó esa declaración de inconstitucionalidad, “rehabilitando” el decreto-ley del Ejecutivo para su primer estado de alarma, lo que supone de facto validar cuatro años después la decisión del Gobierno (en fin, ya ven, lo esencial es tener mayoría aritmética en los distintos organismos, y lo demás, incluida la legalidad, queda en segundo plano).

            Y del exterior, destacar que se producen graves incidentes en Amsterdam entre aficionados israelíes y activistas propalestinos en un partido de futbol; que Alemania se sume en la incertidumbre tras romperse el Gobierno de Scholz a quien la CDU le exige elecciones ya y él le ofrece acordar la fecha electoral a cambo de aprobar las leyes pendientes; que Europa se rearma ante el regreso de Trump y los 27 reafirman la necesidad de elevar la competitividad de la UE ya que “no podemos seguir así”; y que la Reserva Federal en EEUU vuelve a bajar los tipos en 0´24 puntos, mientras Biden llama a rebajar la crispación pues “no puedes amar a tu país sólo cuando ganas” en plena guerra del Partido Demócrata que ahora reconoce que Kamala Harris era una candidata muy débil, mientras Trump configura su gobierno y ya plantea cerrar la frontera con Méjico y deportaciones masivas de inmigrantes, en tanto que Putin confirma su decisión de negociar con él sobre el fin de la guerra en Ucrania.

Fdo. Jorge Cremades Sena

jueves, 7 de noviembre de 2024

EMERGENCIA NACIONAL

 

                        Tras la caótica gestión de la hecatombe provocada por la DANA en Valencia, pero también en Castilla La Mancha y Andalucía, aunque en menor medida, Feijóo pide a Moncloa que asuma el mando y, al efecto, apuesta por el Estado de Emergencia, lo que supondría dejar de dirigir la crisis al popular Mazón, a quien, por cierto, el General Jefe de la UME rectifica aclarando que no podía entrar en las áreas afectadas sin su permiso; y por otro lado se desata una cierta indignación con Robles en el Estado Mayor por apartar a su Jefe, el JEMAD suspende una reunión con diputados y su entorno califica de “inconcebible” que no esté al tanto del mayor despliegue militar en época de paz…. Sólo son dos ejemplos más, entre otros muchos, que denotan el cacao mental de nuestros gobernantes que, en plena confusión competencial, prefieren mantener reproches cruzados mientras en las zonas afectadas siguen intentando, como pueden, convertir el infierno sufrido al menos en purgatorio mínimamente habitable, con la esperanza de que un día se consiga la normalidad en medio de este caos de coordinación que hace más difícil la tarea de convertir de nuevo en habitable el lodazal dantesco en que se ha convertido lo que era su hábitat, mientras sigue la búsqueda de desaparecidos, el dolor por los fallecidos y la preocupación por los daños materiales que les abocan a la ruina y la desesperación. Sin embargo Sánchez se resiste a declarar el estado de emergencia u otro similar con la excusa de que asumir las competencias de la Generalitat Valenciana resta “eficacia” en la gestión en un  Estado descentralizado en que se debe trabajar “codo con codo”, lo que lamentablemente desmienten los hechos (a las pruebas me remito) ya que por muy descentralizado que sea un Estado, la legalidad permite la excepcionalidad temporal en situaciones y circunstancias de emergencia manifiesta, sobre todo si, como es el caso, no está claro el confuso entramado competencial que sirve y se utiliza para avivar reproches y culpabilizarse unos a otros con interpretaciones confusas para poner en primer plano los intereses partidarios electoralistas frente a la solución de los problemas urgentes de la ciudadanía; por eso en situaciones excepcionales, como es el caso, debe prevalecer el orden jerárquico institucional teniendo claro que la mayor responsabilidad siempre es la del Gobierno del Estado, que tiene en sus manos la posibilidad, si es preciso, de asumir el control y mando de la situación, y, muy especialmente, si se lo pide la oposición, como es lo que le solicita Feijóo a Sánchez al ver que la situación desborda la capacidad de la Generalitat Valenciana, gobernada por el PP, aunque por lo visto es más rentable sembrar la cizaña interna en el PP de que lo que busca Feijóo con semejante petición es desautorizar la gestión de Mazón apartándole del mando sobre la crisis, asunto que, como la gestión del Gobierno de Sánchez, habrá que aclarar en todo caso posteriormente para que cada quien apechugue con sus respectivas responsabilidades, pero nunca ahora cuando lo prioritario y casi exclusivo es atender la urgente necesidad que tienen las víctimas de que el Estado, descentralizado o no, se vuelque urgentemente, sin matices ni torticeras interpretaciones competenciales, en la resolución urgente del problema mayúsculo que están sufriendo….y ya habrá tiempo para lo demás. De momento, sin la declaración de la “emergencia nacional” la resolución de la crisis seguirá en manos de las CCAA afectadas y, en todo caso, de la “cogobernanza” que tantos quebraderos de cabeza provocó en la gestión de la crisis por el covid.

            Así las cosas, mientras Mazón reclama 31.000 millones para afrontar la crisis, el Gobierno de Sánchez aprueba por fin en Consejo de Ministros un plan de ayudas por 10.600 millones para los afectados, que no pocos consideran insuficiente, pues la DANA ha dejado, de momento y sin perjuicio de una posterior evaluación de daños, además de los fallecidos y desaparecidos, el trágico balance de daños materiales, entre otros, en 98.000 vehículos, en 4.500 comercios, en 70 hectáreas de regadío, en 90 colegios y en numerosas infraestructuras, con lo que hay que afrontar la mayor reconstrucción de su historia para recuperar Valencia, la zona de mayor devastación de la DANA. En fin, si esto no es una “emergencia nacional” que venga Dios y lo vea. Pero Sánchez y Feijóo no cruzan palabra y mantienen la artillería de unos contra otros, que, por lo visto, les es más rentable. Sánchez asegura que el Ejecutivo estuvo listo “desde el primer minuto” (¿verdad o bulo?), rehúye el choque con Mazón y apoya la gestión conjunta de la crisis, aunque usa la DANA para blindar su legislatura (su objetivo esencial por encima de cualquier cosa) recurriendo al decreto de ayudas para pedir a socios y oposición que, para hacerlo viable, le aprueben los Presupuestos y el PP le avisa de que no acepta chantajes y le adelanta que sí apoyará las ayudas que en concreto decida aprobar. Sánchez, en definitiva, compromete 10.600 millones, incluido el apoyo a Ayuntamientos, y se compromete a eliminar trabas (todavía quedan pendientes, entre otros, el cobro de ayudas por el volcán en Canarias o el terremoto de Lorca), pero reitera que “somos un Estado descentralizado”, cuando la ley es clara y en un caso así “es responsabilidad del Gobierno” mientras, según sondeos, el 83% de los ciudadanos afirma que debió declarar la “emergencia nacional” para centralizar la gestión y hacerla más eficiente. Sánchez, fiel a su astucia para sobrevivir contra viento y marea, condiciona ahora la inyección de más recursos para los afectados a que haya unos “nuevos presupuestos”, pero olvida, por ejemplo, que la alternativa podría ser los mismos créditos extraordinarios que cada martes aprueba el Gobierno para otras cosas. Y en esta estrategia, ahora sí, el PSOE valenciano (es decir el PSPV-PSOE) apoyará los Presupuestos de Mazón para responder a la emergencia, esperando que el PP apoye los de Sánchez (ya ven, favor por favor, como sucede con las negociaciones con los secesionistas a nivel nacional), mientras se sigue sin recurrir a la ayuda de la UE, que podría cubrir buena parte de los gastos, aunque el PP pone el foco en Bruselas y propone medidas para, por ejemplo, reactivar las infraestructuras en sectores clave, lo que desmontaría el chantaje por los Presupuesto Generales del Estado; en todo caso España habrá de reformar los fondos europeos para la reconstrucción de Valencia.

            Entretanto, a través de los medios, vamos conociendo pormenores sobre la catástrofe como que la Confederación del Jucar comunicó con un mail a las 15´50  que el caudal de la Rambla del Poyo era bajo y no actualizó el dato por esta vía hasta que la situación era crítica, pues un correo electrónico dio la alarma a las 18´43 de que “la crecida está siendo muy rápida”, pues la crecida del Magro concentró más alertas que la riada del Poyo hasta que a esa hora se alertó de que por éste bajaba cinco veces el agua del Ebro y la Generalitat lanzó su alarma hora y media después; que Seguridad Nacional advirtió a La Moncloa de la DANA doce horas antes, pues a las ocho de la mañana la oficina dependiente del Gabinete de la Presidencia informó de “tormentas y rachas de viento muy fuertes”; como que Montero presidió esa noche el gabinete de crisis con Bolaños, Marlaska, Robles y Ribera para “coordinar la respuesta”; o como que un Plan del Barranco del Poyo para mejorarlo ante las riadas lleva paralizado más de quince años, un plan que se proyectó ante el “riesgo de inundación” de los municipios pero que a día de hoy “ no hay ninguna obra hecha”, entre otras cosas porque la “ley de la huerta” de Puig lo hizo inviable.

            En fin, la DANA obligó a que durante todos los días que han pasado desde el día del caos en Valencia los medios de comunicación relegaran el resto de noticias a un plano bastante secundario como es lógico, por lo que atrás quedaron asuntos como, por ejemplo, que PNV y Junts tumbaran el impuesto energético pero salvaran el de la banca, con lo que el PSOE frustró sus expectativas sobre la banca por culpa de su socio Junts; que la fiscalidad del diésel se elevara para igualar el de la gasolina y las subidas de impuestos previstas prevean conseguir recaudar unos 4.500 millones; que la gran banca lograra aumentar su beneficio casi un 20% este año; que el Supremo ordenara el registro del despacho y los correos del Fiscal General del Estado buscando pruebas tras su imputación judicial; que el PSOE y sus socios pusieran en RTVE a jefes de prensa y activistas manteniendo el pleno a pesar del estallido de la tragedia de Valencia ya desatada; que quedara paralizado el convenio sanitario para 1´5 millones de funcionarios y el Gobierno, obligado a negociar con las aseguradoras, tenga que preparar una nueva licitación para salvar MUFACE y evitar un colapso sanitario tras el plante de Sanitas, Adeslas y DKV a la Mutualidad de funcionarios; o que la abstención de los socialistas portugueses salvaran los Presupuestos en Portugal….noticias que, siendo importantes, quedaron relegadas, como es lógico, ante los efectos catastróficos de la Dana que se estaba sufriendo.

Pero la vida sigue en Valencia, en España y en otros lugares del Mundo y, de nuevo, pasados estos días de mayor impacto del desastre total provocado por la DANA, otras noticias intentan compartir cierto protagonismo en los medios de comunicación con las de la devastación en Valencia que sigue siendo y debe seguir siendo de atención prioritaria. Entre estas noticias destacar que el gobierno tripartito alemán del socialdemócrata Scholz, en el que también participan los Verdes, se rompe con la expulsión de los liberales del mismo por diferencias sobre política económica, ruptura que aboca a nuevos comicios en marzo en Alemania y que pone de manifiesto que pretender mezclar churras con merinas no es lo más razonable para gobernar un país, de lo que, por cierto, debiera tomar buena nota Pedro Sánchez ya que en España su gobierno bipartito (socialistas con populistas-comunistas radicales) con el apoyo interesado de secesionistas, tanto de izquierdas como de derechas, hace aguas por todas partes y provoca un escenario de inestabilidad inaceptable. Y entre otras noticias destaca sobremanera el meridiano triunfo de Trump en los comicios de EEUU que dejan un país dividido, en que el condenado Trump por varios delitos (e investigado por otros tantos) se impone a Kamala Harris de forma clara y contundente contra lo que vaticinaban las encuestas, pues el republicano se impone en el voto popular, controlará el Senado y el Congreso así como el Tribunal Supremo, un poder casi absoluto ya que Kamala no logra convencer y movilizar a los socialdemócratas y pierde millones de votos respecto a su antecesor Biden en 2020, un fracaso rotundo del Partido Demócrata, que deberá hacer autocrítica sobre su pésima estrategia; y un triunfo sin paliativos de Trump que preocupa especialmente en la UE ya que su programa abre una nueva era global con su plan aislacionista, sus aranceles y la expulsión de 11´5 millones de inmigrantes de EEUU, llevando a su “América First” a la cúspide del poder cuatro años después de su polémica salida de la Casa Blanca en 2020 tras no reconocer la victoria de Biden en los comicios y poner en entredicho la solvencia de la democracia….de momento su inapelable victoria provoca una sacudida en los mercados (sube Wall Street y el bitcoin, y baja el euro) y Europa teme el impulso a esta ola ultra (que también se percibe ya en la UE) y a una escalada de aranceles, mientras Netanyahu celebra la victoria de Trump y Zelenski lo lamenta, consecuentes ambos con los presuntos giros que se pueden dar en los conflictos bélicos que sufren sus territorios.

Fdo. Jorge Cremades Sena

lunes, 4 de noviembre de 2024

EL APOCALIPSIS

 

                        Lo que empezó como una gota fría, otra más, que lamentablemente dejaba varios muertos en Valencia y seis desaparecidos en un pueblo de Albacete, dio paso vertiginosamente a una DANA infernal devastadora que deja a día de hoy más de doscientos quince fallecidos en Valencia, muchos desaparecidos a quienes se intentan localizar todavía y multimillonarios daños materiales, que incluso puntualmente afectan asimismo a otras zonas del sur y este de España. Evidentemente, ante los efectos de semejante catástrofe cabe concluir que, de alguna forma, fallaron los pronósticos y los protocolos de prevención establecidos sobre la magnitud de la tragedia que se avecinaba para intentar paliar sus efectos devastadores, sin precedentes a lo largo de toda la historia de nuestro país, que al final ha generado en algunas zonas de España, especialmente en la provincia de Valencia, un apocalipsis infernal inimaginable e imprevisible. Los aledaños de Valencia se convirtieron de pronto en ratoneras anegadas de agua y barro sin tiempo material para una previa evacuación de las zonas inundables, lo que hubiera salvado muchas vidas, sin que nadie pudiera hacer prácticamente nada para evitarlo en medio de un infierno desolador que presagiaba lo peor, como así ha sucedido al final, pues la DANA dejaba en algunos lugares más de 600 litros por metro cuadrado, un diluvio en toda regla, convirtiendo las calles en ríos indomables que se llevaban todo por delante sin que apenas se pudiera hacer nada para evitarlo. Y es que, para empezar, las precipitaciones triplicaron las previsiones de la Aemet, desbordaron barrancos y convirtieron algunos municipios en ratoneras y, al parecer, además, según se publica, desde que se decretó la alerta de las crecidas vertiginosas de los cauces el pasado 29 de octubre a media tarde, pasaron tres horas hasta que los ciudadanos fueron informados de forma masiva, dando paso a una noche apocalíptica de destrucción y muerte por doquier, que, lamentablemente acabó en semejante tragedia, relegando obviamente en los medios de comunicación cualquier otra información sobre cualquier otro asunto, que en aquellos instantes acaparaba el interés general, pues lo prioritario y esencial en semejantes circunstancias era salvar vidas en plena apocalipsis y ayudar a las víctimas, que se multiplicaban irremediablemente y han perdido casi todo, asunto que, hasta el día de hoy (y lo que queda), debe seguir siendo casi la única prioridad, pues ya habrá tiempo de exigir responsabilidades a quienes proceda y de evaluar los daños, algunos irreparables, para intentar repararlos en la medida de lo posible. Sin embargo no todos lo consideran así y, como en otros tantos asuntos, aprovechando el complicado entramado competencial de nuestro Estado de las Autonomías entre el Gobierno Central, las CCAA y los Ayuntamientos, prefieren desde el inicio señalar culpables cuando entre todos la mataron y ella sola se murió. Basta simplemente acudir a las noticias en los medios escritos y audiovisuales, a las redes sociales y a las tertulias radiofónicas o televisivas, para constatar este interesado aquelarre miserable por parte de unos u otros con el único objetivo de demonizar al contrario y exculpar al propio; aquelarre que cualquier persona, simplemente como persona y ser humano, al margen de su ideología o interés personal, debiera denunciar rotundamente, pues, en todo caso, ya habrá tiempo de investigar las responsabilidades concretas de unos o de otros en esta tragedia.  

            Sin embargo en los medios se puede leer u oír ya, tan prematuramente, entre otras cosas que “Feijóo usa el desastre para exculpar a Mazón y responsabiliza a los organismos del Gobierno” porque sostiene que “el Gobierno central no nos ha informado de nada, y cuando digo de nada es de nada”…. ¿Ha informado o no a la oposición? ¿Ha habido contacto o no con la Generalitat Valenciana? ¿Se han puesto en marcha los protocolos establecidos?....Al parecer no ha sido así y, de momento, prevalece una mezcla tendenciosa entre información y opinión que denota el desencuentro habitual y cotidiano entre Gobierno y Oposición cuando en un caso como el que nos ocupa se requiere un previo entendimiento inmediato entre ambos que garantice la mayor coordinación para conseguir lo antes posible la normalidad en la zona afectada, que casi después de una semana sigue siendo caótica, contrastando semejante desencuentro institucional con la inmensa solidaridad del pueblo que voluntariamente se presta a ayudar en los trabajos. Y es que la masacre de la DANA lleva al límite la capacidad del Estado y, ante la magnitud de la tragedia, el Ejército finalmente se despliega, militares y forenses van llegando a Valencia desde otros lugares para hacer frente a la situación y repartir ayuda, siempre insuficiente, ante la falta de infraestructuras, en tanto que los damnificados buscan agua y comida en las calles, mientras aparecen los saqueos en supermercados y otros lugares, siempre habituales en semejantes escenarios. Obviamente va creciendo el malestar entre los afectados por el retraso en la distribución de comida y agua mientras miles de voluntarios, organizados en las redes, se movilizan al extremo de que las autoridades les instan a que vuelvan a casa  para no colapsar aún más la zona, mientras la ayuda y las soluciones van llegando en cuentagotas. Y mientras tanto, Mazón y Robles (es decir, Gobierno y Generalitat) cruzan reproches sobre la movilización del Ejército (la ministra dice que los efectivos estaban listos pero no los enviaba porque Valencia no los pedía) antes de enviar por fin los primeros 800 soldados hasta conseguir que finalmente trabajen ya unos 2.200 militares en las zonas afectadas; Mazón no declara el máximo nivel de emergencia en la zona tres días después de la tragedia y Marlaska se une a la coordinación con la Generalitat pero se sigue sin declarar la “emergencia nacional”; el President de la Generalitat Valenciana pide hasta siete ministros para ayudarle a gestionar la crisis y el Gobierno accede finalmente a que miembros del Ejecutivo participen en los grupos de trabajo creados por el Govern valenciano; Sánchez reconoce que la respuesta ha sido “insuficiente” y redobla la ayuda….aunque no activa la “emergencia nacional” y renuncia a tomar el mando en la gestión de la catástrofe dejando en manos de Mazón las decisiones, es decir, todo lo contrario de lo que hizo cuando el covid….. Esta es la crónica, salvando los pormenores anecdóticos, que recogen los medios de comunicación en estos primeros seis días posteriores a la tragedia, dando la deplorable sensación de una descoordinación institucional intolerable.

            Y en plena desesperación apocalíptica, con los damnificados desesperados ante semejante tragedia seis días después de la misma, Paiporta, la zona cero de este apocalipsis, recibe a Los Reyes, Sánchez y Mazón con lanzamiento de barro y objetos y golpes al vehículo presidencial al grito de “asesinos”, dado que Zarzuela, a pesar del riesgo evidente, había decidido visitar ya la zona afectada. En efecto, un viaje a iniciativa de Zarzuela que, según el Gobierno, fue un empeño de Felipe VI y la Casa del Rey explica que así es pues su personal de seguridad visitó previamente los lugares que iba a visitar, evaluó sobre el terreno los riesgos de la visita y advirtió de los peligros de protestas, pero decidieron afrontarlos. En definitiva, un viaje que pretendía visitar Paiporta y Chiva y que al final, hubo de ser aplazado tras el hostil recibimiento que se hizo a la comitiva en Paiporta, especialmente contra el Presidente Sánchez, quien, visiblemente desencajado, tuvo que ser evacuado por sus escoltas tras ser agredido con un palo, mientras el resto de la comitiva, es decir Felipe VI, la Reina Leticia y Mazón, decidían quedarse, a pesar de todo, en el epicentro de la tragedia para consolar a las víctimas y dialogar con ellas pese a la tensión. Y así los Reyes, manchados de barro, conseguían el objetivo de afrontar un lógico brote de ira en plena crisis institucional y, con su mayor perfil humano, conseguían dialogar con las victimas que, entre otras cosas, decían a una Leticia emocionada y con lágrimas en los ojos “Reina, por ustedes no es” (sabían obviamente que el Rey carece de competencias para solucionarles el problemón que sufren) y añadían que “hay mucha muerte; podrían haber avisado” (distinguían que los competentes, unos por otros, dejaban la casa sin barrer, en medio de la patética crisis institucional que sufrimos los españoles). Los Reyes entendieron la “crispación” de los ciudadanos y volverán a la “zona cero” a escuchar a la gente, pues “no les dejaremos solos”. Y mientras buzos y zodiacs de la UME buscaban víctimas en el parking de Bonaire, Felipe VI enfatizaba que “hay que garantizar que el Estado está presente en toda su plenitud” (un Estado cada vez más debilitado y con menos competencias), decía a los afectados “no hagáis caso, hay mucha intoxicación” y les tranquilizaba con que “las fuerzas están en todos lados al nivel que pueden”, y, en todo caso, la solución siempre está en la democracia, no en la violencia. Loable gesto de nuestro Jefe de Estado dando la cara ante la comprensible desesperación de quienes lo perdieron todo, incluso a parte de sus seres queridos.

            Dicho lo anterior, que simplemente es un relato de los hechos trágicos acaecidos y con la esperanza de que acaben aquí (la Aemet vuelve a alertar sobre un próximo temporal) y al margen del hartazgo, más que justificado, que los españoles tengamos con nuestros gobernantes y políticos, hay que decir claro y alto que no es de recibo lo acaecido en Paiporta durante el recibimiento a la comitiva de nuestras autoridades, son las que hemos elegido los españoles y, si no estamos de acuerdo con ellas o nos han defraudado, la respuesta está en las urnas y no en la violencia que especialmente agitan los radicales ultras de cualquier signo político que simplemente odian la democracias y la libertad. En democracia la violencia, al margen de quien la ejerza y contra quien se ejerza, nunca puede ser el camino para consolidar la libertad ni siquiera en pleno apocalipsis y, por ello, lo acaecido en Paiporta no es justificable en ningún caso, por más que entendamos la indignación ciudadana que, en todo caso, ha de servir para que nuestros gobernantes (al nivel territorial que sea) aprendan la lección de que el camino que eligen no es el acertado y menos aún para salir del apocalipsis natural, que no es culpa de nadie aunque sí responsables de sus efectos y reparación de daños, pero sí puede llegar a ser irreversible si a él se añade el apocalipsis humano del desencuentro violento que conduce al peor de los infiernos inevitablemente. A tomar nota pues y a coordinar remedios para que los afectados por esta tragedia apocalíptica pronto vuelvan a una cierta normalidad y no caigan en la desesperanza irreversible.

Fdo. Jorge Cremades Sena