jueves, 28 de julio de 2022

JUSTOS POR PECADORES

                     El Tribunal Supremo, como era de esperar (el escándalo de los ERE era una evidencia indiscutible), condena a Griñán a seis años de prisión (junto a otros ocho ex altos cargos del PSOE en la Junta de Andalucía) por los delitos continuados de prevaricación y malversación de dinero público y a Chaves a inhabilitación por un delito continuado de prevaricación, con lo que, entre otros compañeros, dos socialistas de alto rango, Griñán y Chaves, que lo han sido todo en el Partido Socialista, pasan a engrosar la lista negra de delincuentes por corrupción que es la gran mancha negra de casi todos los partidos políticos españoles, especialmente de los que han tenido el honor de gobernar, PP y PSOE, prostituyendo sin duda el mandato que le dieron los ciudadanos para gestionar los bienes públicos. En efecto, el TS, por tres votos contra dos (es lo de siempre, conservadores y progresistas) falla que el ex presidente andaluz prevaricó y malversó fondos públicos, que la oposición considera un saqueo de 680 millones, y manda a la cárcel a Griñán por “consentir” el mayor fraude de la historia, confirmando las condenas de la Audiencia Provincial de Sevilla, y a su predecesor Chaves le inhabilita, probándose que ambos cometieron los delitos que se les imputaban en el "caso ERE”, con lo que deja a Griñán en manos del Tribunal Constitucional o del indulto del Gobierno si no quiere evitar la entrada en prisión….. y, mientras Feijóo denuncia el mayor caso de corrupción, el PSOE le afea la Caja B del PP (es el famoso “y tú más” que cada uno utiliza cuando le conviene), en tanto que Ferraz defiende la honorabilidad de los condenados porque “crearon empleo”, acuñando con ello el contradictorio término de delincuentes honrados que nadie entiende, mientras utilizan la no unanimidad del TS como argumento para descalificar la sentencia, como si no fuera la mayoría y la unanimidad tan válidos uno y otro para dictar sentencias, pues el objetivo es claro: desacreditar a los tribunales de Justicia. ¿Y qué hace Sánchez ante todo esto cuando él se aupó al poder mediante una moción de censura a Rajoy basada en la corrupción? Pues, en vez de desmarcarse del asunto aunque fuera apelando a que ya es pasado o lamentar lo ocurrido con los ERE, que todo el mundo sabía, opta por la peor de las opciones, como es descalificar y desairar al Tribunal Supremo (¡algo insólito en democracia!) y, por su cuenta y riesgo, erigirse en justiciero universal y, apelando a la honorabilidad de sus compañeros condenados, les absuelve de sus delitos diciendo que “pagan justos por pecadores”, mientras prepara el argumento para indultarles (como hizo con los delincuentes del “procés”) porque “ni siquiera han sido acusados de haberse lucrado”, ignorando que por lo que son condenados es por cometer durante nueve años el grave delito de malversación, a pesar de las advertencias que en su día le hacía la Intervención, es decir, que delinquían de forma consciente; y, con semejantes argumentos, el Presidente añade que analizará el perdón “en el marco de la ley” y “como siempre hemos hecho”….. Olvida que actuar “en el marco de la ley”, como es el caso de los indultos, pasa primero por acatar las sentencias de los tribunales en vez de descalificarlas y que los indultos en ningún caso pueden ser en democracia la última instancia de la Justicia para dirimir el destino definitivo de los delincuentes, por muy honrados que algunos quieran presentar a éstos. Sin duda alguna, Sánchez pierde una...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/). 

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