lunes, 25 de abril de 2022

LOS EXTREMOS SE TOCAN

                     Que gobernar en democracia no es nada fácil, ya lo sabemos; quienes apuestan por el autoritarismo lo tienen mucho más fácil: ordeno y mando….y, si no, garrote. Por eso en las democracias occidentales de corte liberal, el sistema menos malo de todos los conocidos, los partidos que apuestan por la democracia, la moderación, la libertad y la dignidad humana deben ser muy cuidadosos a la hora de hacer propuestas que, en caso de ser incumplidas cuando gobiernan, generan frustración y desafección al sistema, favoreciendo así a los partidos radicales, tanto de extrema izquierda como de extrema derecha (los extremos se tocan) que viven del populismo demagógico aprovechando el malestar de la ciudadanía para proponer soluciones fáciles inexistentes a problemas difíciles y conseguir así apoyos electorales cuando en su horizonte ideológico está como bandera el autoritarismo con ribetes totalitarios (los extremos se tocan) a través de discursos diferentes pero con el mismo objetivo de finiquitar el sistema democrático establecido. Por eso nada mejor para la democracia y contra estos extremismos malsanos que los partidos genuinamente democráticos y moderados entiendan que su esencial papel en el sistema debe ser solucionar los problemas de los ciudadanos desde el realismo con trasparencia y eficacia…..no en vano la política se define como el arte de hacer posible lo viable dentro de un contexto nacional e internacional con el objetivo de mejorar la situación de los ciudadanos que, como es lógico, siempre aspiran a mejorarla. Ello requiere combinar equitativamente el “realismo” con la “utopía”, pues anclarse sólo en el realismo, como a veces hacen los partidos moderados, conduce a mantener una situación social y económica manifiestamente mejorable con la excusa de la inviabilidad….. y, por otro lado, anclarse sólo en la “utopía”, como sucede siempre con los partidos populistas radicales, sean de izquierdas o de derechas (los extremos se tocan), conduce a instalarse en la inviabilidad permanente mientras se está en la oposición para después, en caso de gobernar, generar una frustración social generalizada que sirva de caldo de cultivo para imponer las reformas pertinentes incluso por la fuerza, si fuera necesario, con el objetivo de finiquitar el sistema democrático liberal (el menos malo de los conocidos hasta hoy) para sustituirlo por el sistema autoritario que inspira su ideología totalitaria y su modelo de convivencia. Ejemplos históricos de ello, tanto desde la extrema derecha como desde la extrema izquierda, los hay para dar y vender. Por eso la gran responsabilidad de los partidos genuinamente democráticos moderados, sean de derecha, de izquierda o de centro, es y debe ser...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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