miércoles, 11 de septiembre de 2024

EL SHOW DE LA AMNISTÍA

 

                        Tras un tiempo relegado por el show de la “financiación singular” de Cataluña, emerge de nuevo el show de la amnistía, dos espectáculos que merecerían un premio a la incongruencia, el cinismo y el oportunismo político y que, precisamente por ello, traerán cola. En efecto, a los anunciados recursos contra el “cupo catalán”, que se materializarán en su día, se acaban de presentar ante el TC los que las CCAA anunciaron contra la ley de amnistía, pues siete de ellas acaban de presentar recursos de inconstitucionalidad ante el Tribunal de Garantías y otras cinco lo harán entre hoy y mañana. Obviamente se trata de las CCAA gobernadas por el PP, aunque también la de Castilla-La Mancha, gobernada por el socialista Page, quien, como otros muchos socialistas de toda la vida, sigue defendiendo exactamente que la amnistía no cabe en nuestra Constitución y por tanto es inconstitucional, justo lo que el Presidente del Gobierno, con todos sus ministros a coro, defendía hasta el momento en que se dio cuenta de que con los siete votos del prófugo Puigdemont y a cambio de amnistiar el “procés” podía conseguir ser investido Presidente de Gobierno y desde ese instante, por arte de magia, la amnistía dejó de ser inconstitucional no sólo para él sino también para el coro de sus ministros, que se sumaron a aquello de “donde dije digo, digo Diego” y en eso estamos ahora (justo lo que ha pasado, está pasando y pasará con el cupo catalán, pues se repite la historia). Por ello, ante semejante cinismo político y con toda la coherencia del mundo, los barones del PP y Page activan esta ofensiva judicial contra la amnistía, una estrategia que pondrá a prueba la mayoría progresista del máximo órgano de garantías, pues con este colapso de recursos puede que hasta el mismísimo Conde-Pumpido, cuestionado por su parcialidad como Presidente del TC, hasta “tiemble” ante el trabajo de los equipos jurídicos de las CCAA que con argumentos claros dificultan un veredicto a favor de la ley de amnistía tal como ya asegura el Gobierno que sucederá, dada la mayoría progresista en el tribunal, esperando, al menos, que el citado veredicto, en el sentido que sea, deje bien clara y argumentada su resolución, dado que el gobierno no ha dado ninguna explicación convincente a su enésimo cambio de opinión, lo que, de tampoco hacerlo el TC sería de extrema gravedad. Las CCAA tienen claro, al margen de otras cuestiones, que “la amnistía es una ley inconstitucional porque rompe el principio de igualdad”, tal como defendía Sánchez no hace tanto, con lo que el Presidente del TC y el resto de sus miembros tendrán que tumbar todos los recursos tal como quiere Sánchez si busca estar ahora en sintonía con él y con su giro copernicano al respecto. Si el Gobierno ya indultó en su día a los condenados por el procés, lo que sí es competencia exclusiva del Ejecutivo, aunque lo hizo sin que estos mostraran su arrepentimiento o su promesa de no volver a cometer esos delitos, nadie puede esgrimir ahora las todopoderosas razones para borrarlos del mapa, pues la única razón del Gobierno para hacerlo ha sido la exigencia de los siete votos de Junts para apoyar la investidura de Sánchez, al igual que el “cupo catalán” se debe a la necesidad de los votos de ERC para investir a Illa….razones que, obviamente, no son suficientes para poner en la cuerda floja principios constitucionales que amparan a todos los españoles. Por tanto, a estar atentos a este show de la amnistía y a esperar el siguiente show, el de la financiación singular de Cataluña. Es lo que hay, hasta que los españoles cambien la situación en las urnas.

            De momento este Gobierno minoritario, que incluso ha perdido la coyuntural mayoría de investidura que le aupó al poder a cambio de los citados chantajes, se mantiene y su Presidente no tiene reparos en decir que con o sin oposición y con o sin mayoría en el Legislativo agotará la Legislatura, lo que, de entrada no parece muy democrático pues lo normal cuando pasan estas cosas es convocar nuevas elecciones o presentar una moción de confianza, salvo que la oposición presente una moción de censura, que es poco probable dada la pluralidad antagónica de la misma. Así pues, la “alternativa” del PP es dejar a Sánchez en minoría en el Congreso para ver si Sánchez entiende que así no se puede gobernar, pues, como dice el socialista Page, “una cosa es gobernar y otra estar en el Gobierno”, con lo que no parece razonable, ni democrático, aguantar toda una Legislatura sin poder aprobar leyes importantes y simplemente imponer órdenes ministeriales o decretos, lo que causa el rechazo no ya de la oposición o de los socios de investidura, sino incluso el de los socios de coalición, que entienden no procedente el anuncio de gobernar sin el aval del Legislativo, y el de algunos socialistas que lo consideran una aberración democrática. Pero Sánchez, contra viento y marea, lo tiene claro y anuncia que “hay Gobierno para largo” y que su intención es aguantar “con o sin apoyo de la oposición”, a quien reprocha su actitud destructiva (cuando él puso de moda aquello del “no es no” al Gobierno de Rajoy… eso sí era constructivo) e incluso “con o sin apoyo de un poder legislativo, que tienen que ser más constructivo y menos restrictivo”….ya ven, el tufo autoritario de Sánchez es más que evidente y su atrincheramiento en el poder es obvio, pero tampoco es sorprendente ya que su trayectoria evidencia que es capaz de cualquier cosa y la contraria si fuere necesario.

            Así las cosas, mientras Salvador Illa manifiesta que “la Diada es buen momento para unir a Cataluña” (hoy es la gran Fiesta de Cataluña) e insiste en la “pluralidad” de la región y en un 11-S para todos los catalanes, la realidad es que la guerra interna en ERC compromete la legislatura de Illa, pero también la de Sánchez, pues el rol de los republicanos es fundamental para otorgar cierta estabilidad a sendos ejecutivos, y, salvo que al final haya suma de fuerzas, ahora hay cuatro candidaturas para pelear en otoño por el control del partido. Entretanto Moncloa mantiene la ficción de unos PGE, aunque ya asume su prórroga, dando vía libre en el Consejo de Ministros a un techo de gasto que Junts ya tumbó en julio en el Congreso, mientras el TC enfría la amnistía a Puigdemont dejando su futuro en la incertidumbre pues primero decidirá sobre la constitucionalidad de la ley y luego resolverá los amparos que se presenten y con estos plazos el ex president catalán puede estar pendiente del Tribunal hasta el final de la Legislatura, en tanto que Llarena le mantiene al margen de la amnistía reiterando que el delito de malversación queda fuera de la medida de gracia. Y es que, a pesar de todo, todavía funciona nuestra democracia aunque sea a trancas y barrancas, con lo que pactar cosas de dudosa constitucionalidad no es el camino ni la solución.

            Por otro lado, en estos días, además del curso político, comienza también el nuevo curso escolar con lo que ocho millones de alumnos vuelven a las aulas en medio del “malestar” de los profesores y la “preocupación” de las familias por la baja calidad de la enseñanza, ya que “estamos creando una gran mentira” pues “nos presionan para que todo el mundo pase de curso”; un curso que, por cierto, comienza con menos alumnos de entre tres y dieciséis años y una EBAU muy desigual, con una bajada del nivel de alumnos de la ESO, aunque suben las notas en Bachillerato. Lo triste es que, según un informe educativo de la OCDE, los profesores españoles están más saturados que la media de la UE ya que trabajan más horas y con más alumnos, en un país, España, que está entre los que tienen más “ninis”, un 17´8% de jóvenes que ni estudian ni trabajan con lo que su futuro es bastante oscuro, sin que se haga nada para evitarlo.

            Pero el tema mediático de estos días es Venezuela, pues el Gobierno español acoge al líder opositor Edmundo González y le concede asilo político tras la orden de su detención por parte de Maduro, con lo que llega a Madrid y agradece al Gobierno de Sánchez la protección internacional, mientras el Ministro Albares se apresura a decir que “la acogida no tiene contrapartida, España no reconoce la victoria de Maduro” y, como el Gobierno venezolano sostiene que acordó con el español los salvoconductos, Albares niega “toda negociación”….. ¿Quién dice la verdad, Albares o Maduro? Lo cierto es que todo apunta a que España concede asilo político a Edmundo tras un acuerdo con Maduro, tal como sostiene el dictador bolivariano, pues no es explicable que saliera de la embajada, fuera al aeropuerto, donde un avión militar español le recoge tranquilamente y lo trae a España. Lo curioso es que, de ser así, no pasa nada por reconocerlo, se asume y punto, lo que no es de recibo es intentar dar una versión diferente de los hechos, menos aun porque éstos se deben a negociaciones y chalaneos con personajes poco recomendables a los que tanta afición tiene el Gobierno de Sánchez, ya sean los secesionistas catalanes o vascos, ya sean líderes de dudosa fiabilidad democrática como el venezolano. El caso es que el Gobierno español acoge al líder opositor venezolano, pero no lo reconoce como presidente electo, alegando, como hace la UE, que están a la espera de que Maduro publique las actas de las mesas electorales, por más que Borrell diga que “es necesario reconocer a quien ganó en Venezuela y Maduro no ha ganado”. No son pocos quienes consideran que el exilio de González, facilitado por Zapatero, da aire a Maduro, que se quita un problema de encima, aunque Corina Machado diga que “seguiremos luchando dentro y fuera” y Edmundo prometa que “vamos a seguir con la lucha”. Así las cosas, el Congreso debate una proposición no de ley a instancias del PP para declarar a Edmundo González “presidente electo y legítimo” de Venezuela, proposición que, salvo sorpresa de última hora, saldrá adelante con los votos de PP, Vox, UPN, Coalición Canaria y PNV, socio de investidura de Sánchez que se suma a la iniciativa popular, lo que supone otro varapalo a Sánchez evidenciando, una vez más, la ruptura de la mayoría de investidura que le aupó al poder.

            Por lo que respecta a otros asuntos citar que Ábalos, principal muñidor del sanchismo, dice sentirse “perseguido” por el Gobierno; que el novio de Ayuso pide imputar ya al fiscal general e investigar su correo personal; que el Ejecutivo aprueba nuevos derechos para las empleadas de hogar; que el Gobierno, con Escrivá a la cabeza, blinda el Banco de España hasta 2030 con tres afines; y que Feijóo y Clavijo presionan a Sánchez con un plan migratorio conjunto, mientras, según NCReport, el 64% de los españoles cree que el Gobierno está fallando en inmigración y que están dejando solas a Canarias y Ceuta.

            Y del exterior, destacar que el gobierno israelí ataca una “zona humanitaria” en Gaza; que la justicia europea da un varapalo a Apple, que tendrá que pagar 14.000 millones de impuestos a Irlanda, y a Google, que es multado con 2.400 millones por abuso de posición; que el Papa Francisco denuncia la “explotación” de los indígenas en su visita a Papúa Nueva Guinea y arrasa en Timor advirtiendo ante 600.000 fieles contra los “cocodrilos” que intentan cambiar la historia y la cultura; que Alemania vuelve al control fronterizo, acogiéndose el socialista Scholz a una excepción del Tratado de Schengen ante el acoso de la ultraderecha, y Polonia y Austria critican dichos controles; y que Von der Leyen intenta formar un gobierno paritario, mientras Draghi, ex presidente del BCE, urge a la UE a invertir 800.000 millones al año con deuda común y relajar la política de competencia para evitar “una agonía” europea, urgiendo a desburocratizar la UE para elevar la competitividad en “innovación y tecnología” y recuperar gasto en Defensa, planeando huir de soluciones “de blanco o negro” en la transición ecológica para proteger el sector industrial….y por su parte Sánchez en su visita a China trata de aplacar a Xi en la guerra comercial con la UE y se vende como enlace entre la UE y China.

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