viernes, 10 de marzo de 2023

INSÓLITO DESGOBIERNO

                         Es difícil encontrar ejemplos (y menos aún en los países desarrollados democráticos) de lo que está sucediendo en España con este insólito desgobierno que los españoles estamos padeciendo, tal como se ha puesto en evidencia con el pleno del Congreso de los Diputados en la víspera de la celebración del Día Internacional de la Mujer para reformar la controvertida ley del “sólo sí es sí”, cuya aplicación está causando estragos y estupor por las incomprensibles rebajas de condenas a violadores y maltratadores sexuales, cuando la propia ley, según el Gobierno, tiene como objetivo, precisamente, proteger a las mujeres de semejantes monstruos sexuales, lo que demuestra que algo se ha hecho mal en la elaboración de dicha ley y que, por tanto, se ha de reformar sí o sí, lo que, por fin (más vale tarde que nunca), ha llegado a entender el sector mayoritario socialista del gobierno (o desgobierno) pero no el sector radical morado del mismo y sus aliados de investidura quienes, autoproclamándose infalibles, prefieren “sostenella y no enmendalla”, lo que explica, una vez más, que cuando los radicalismos fanáticos (sean de izquierdas, de derechas o mediopensionistas) alcanzan el poder sólo traen ruina, frustración y desgobierno, viéndose obligados finalmente para seguir gobernando a recurrir al totalitarismo para imponer como sea a la sociedad, compleja y variable, su peculiar minoritaria forma de ver la vida, es decir, su verdad absoluta. En efecto, la toma en consideración de la reforma de la controvertida ley a instancias de una proposición de ley del grupo socialista ha salido adelante en la Cámara Baja por 231 votos a favor (del PSOE, PP, Ciudadanos y algunos aliados minoritarios de la investidura), 56 en contra (de UPodemos, socios del Gobierno, y de ERC y Bildu, esenciales sostenedores del Ejecutivo de coalición) y 58 abstenciones (entre ellas la de Vox) tras un bronco e insólito debate entre la parte socialista del Ejecutivo y la parte populista del mismo, con la bancada azul del Congreso sin ningún ministro socialista, ni el Presidente del Gobierno, y sólo con las ministras radicales Irene Montero e Ione Belarra haciendo acto de presencia, lo que demuestra una doble división irreconciliable en el Ejecutivo: la del sector socialista con el sector podemita y, dentro de éste, la del sector populista de Belarra con el sector comunista de Yolanda Díaz. Ya ven, un insólito desgobierno que en cualquier otro país democrático se resuelve con ceses inmediatos de los ministros díscolos o con voluntarias dimisiones de los mismos, pero que aquí, en España, para mayor bochorno y rabia de los ciudadanos, en vez de resolverse se eterniza porque resolverlo supone romper la coalición y, obviamente, renunciar al chollo de seguir en el poder. Así las cosas, el PSOE se harta de la “impresentable” Irene Montero pero Sánchez no la cesa (ni ella dimite al quedar desautorizada), entre otras cosas no la cesa porque carece de autoridad para ello, pues cuando firmó la coalición con Pablo Iglesias no se especificó que, una vez presidente, es él el responsable de nombrar y cesar ministros (todos los ministros y no sólo los socialistas), ni se elaboró un programa de gobierno común para garantizar la gobernabilidad, ya que simplemente se hizo el cálculo matemático para obtener una pírrica y variopinta mayoría de investidura, sostenida a lo largo de la Legislatura a base de cesiones a los grupos más minoritarios e intransigentes que han hecho valer sus minoritarias propuestas a base de chantajes y amenazas de romper la baraja….. Y de aquellos polvos, estos lodos. Lo insólito en Europa no es un gobierno de coalición, sino todo lo contrario, lo insólito es este gobierno “Frankestein”, que dijera el socialista Rubalcaba, y con el que, según Sánchez, “no dormiría tranquilo”; acertó a medias el hoy Presidente, pues la realidad es que con semejante insólito desgobierno quienes no pueden dormir tranquilos son la mayoría de los españoles.

            Y tras este espectáculo bochornoso e insólito en el Congreso de los Diputados, con acusaciones y descalificaciones mutuas entre miembros del mismo gobierno, se celebra el 8M con Podemos acusando al PSOE, su socio gubernamental, de “traicionar a las mujeres” por reformar la ley del “sí es sí” con la derecha, mientras Ferraz considera que “se han roto todos los puentes” entre los socios gubernamentales y el PP carga contra Moncloa por no cesar a la ministra Montero. Un feminismo roto y dividido que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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