OPORTUNISMO POLÍTICO

                     Sánchez promete 85 millones de vacunas en seis meses y anuncia que el “estado de alarma” decaerá el 9 de mayo, ya que no tiene intención de solicitar nuevas prórrogas, lo que algunos y algunas CCAA critican como “oportunismo político”, decantándose, por algún tiempo más de estado de alarma o por medidas jurídicas alternativas que les permitan seguir tomando medidas restrictivas contra la pandemia. Oportunismo político, o no, lo cierto es que tanto la promesa de vacunación como el anuncio sobre el fin del estado de alarma del Presidente, están plagados, hoy por hoy, de no pocas incertidumbres sobre su viabilidad. En efecto, aunque España ya vacuna a más de un millón de personas cada semana y recibirá este trimestre el triple de dosis que de enero a marzo, se hace complicado tener vacunados al acabar agosto a 33 millones de españoles, por lo que, en definitiva, Sánchez presume de un plan de vacunas que, en todo caso, amenaza el verano, al anunciar que el 70% de la población adulta estará inmunizada “a finales de agosto” pero en junio apenas será del 31´8%, y lo hace sin tener en cuenta contingencias, como la causada por AstraZeneca, que, tras el reconocimiento de la Agencia Europea del Medicamento de que hay vínculos de la vacuna con la aparición de trombos raros (aunque recomienda su uso), se suspende en España para los menores de 60 años, pues el Gobierno, cambiando su estrategia 24 horas después del anuncio del Presidente y con la oposición de Madrid, propone en el Consejo Interterritorial inmunizar con el fármaco inglés sólo a personas con edades entre 60 y 65 años, olvidando además otros posibles retrasos en el abastecimiento de otras vacunas, lo que, obviamente, no depende del Gobierno, excesivamente optimista en sus previsiones. Y, en efecto, Sánchez anuncia el fin del estado de alarma sin un plan B, con lo que, a partir del 9 de mayo, los gobiernos autonómicos carecerán de amparo legal para cerrar las CCAA o aplicar toques de queda, temiendo así no poder controlar la cuarta ola de la pandemia que, según los expertos, es ya “imparable” (los datos confirman los temores tras la Semana Santa, pues la incidencia del covid vuelve a subir hasta doce puntos en solo dos días); la realidad es que el Gobierno, que descarta legislar tras el fin del estado de alarma, deja la lucha contra la covid en manos de los jueces, pues las CCAA, que temen quedar sin amparo legal para fijar restricciones, quedarán en un limbo para tomar medidas y afrontar la pandemia, abocándose a un enfrentamiento con el Gobierno. Y mientras tanto los expertos descartan que se recupere la normalidad y se reactive el turismo y los juristas alertan de que sin “estado de alarma” decae, entre otros, el toque de queda, en tanto que las secuelas de los enfermos de covid saturan las terapias de rehabilitación y la Junta de Castilla y León decide por sorpresa interrumpir la vacunación de AstraZeneca, aplicada ya en 2´1 millones de dosis, entre otros, a policías, sanitarios y profesores. Y cuando el FMI prevé...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)