Dice la sabiduría popular, la más sencilla y más sabia de todas las sabidurías, que “quien siembra vientos recoge tempestades” y, desgraciadamente, en España llevamos demasiado tiempo sembrando vientos, incluso huracanados, por lo que no extraña nada que al final nos dispongamos a recoger cosechas de tempestades muy preocupantes. A las que ya hemos recolectado cabe añadir las que están por caer; la primera de ellas este próximo domingo con las elecciones vascas mientras PNV y PSE-PSOE, valedores de un pacto para que el peneuvista Urkullu fuera el actual lehendakari y el socialista Sánchez fuera el Presidente del Gobierno español, intentan a la desesperada frenar a Bildu, socio de Sánchez en Madrid, apelando al voto del miedo y alertan de que los “abertzales” intervendrán la economía y de que “se meterá la mano al bolsillo de los trabajadores” pero con el temor añadido por parte del candidato socialista, Eneko Andueza, de que “Bildu y PNV van a confluir en lo que los une: la independencia”, mientras el PP no descarta dar sus votos al PNV si llegara a sumar mayoría con los peneuvistas, por lo que busca “acumular” todos el voto de Vox para sacar al PSE-PSOE del gobierno vasco con apoyo gratis al peneuvista Imanol Pradales (Urkullu ya ha sido relegado) si fuera necesario con el objetivo de descomponer el variopinto bloque de alianzas de Sánchez, que es lo que realmente motiva la estrategia de Génova, un bloque de intereses, al que llaman “progresista” aunque dependa de los secesionistas y nacionalistas de derechas (PNV y Junts) y de izquierdas (Bildu y ERC) así como del variopinto mundo político representado por Sumar, Podemos, Más Madrid…..y todo el que esté dispuesto a arrimar el hombro para que un acomodaticio Sánchez siga en La Moncloa aunque sea a trancas y barrancas. Un bloque que, en el País Vasco tiene como principales damnificados a PSOE y PNV que, según Feijóo, están en plena “decadencia” ganada a pulso por los vaivenes peneuvistas y sus traiciones al PP de Rajoy para que prosperara la moción de censura sanchista a cambio de lo que fuera, aupando a Sánchez al poder inesperadamente, y gracias también al mercantilismo de compra de votos de los sanchistas a cambio de lo que sea. Es la cruda realidad a la que ahora, en plena campaña electoral, se añade la resistencia de Bildu a censurar a ETA, negándose su candidato abertzale, Pello Otxandiano, a calificarla como “banda terrorista”, denominándola como “grupo armado” sobre el que se puede tener “diversas consideraciones”, lo que ha causado que Sánchez se escandalice ahora con los abertzales y que Moncloa deplore el pasado etarra de Bildu, tras cinco años de blanqueo permanente por intereses personales y que el Gobierno tache a Otxandiano de “cobarde” por negar el terrorismo etarra, y afirme que su actitud ante ETA es “incompatible con la democracia”, pero, ¡eso sí!, sin que ello suponga dejar de mantener a Bildu como socio en Madrid tras premiarle en Pamplona. Por su parte, las víctimas de ETA dicen sobre Bildu que tiene “el mismo discurso pero sin pasamontañas” mientras que “un PNV travestido ha votado todas las barbaridades ultras de izquierdas” especula con un pacto entre PSE y Bildu con un “hay que esperar a Sánchez” a quien en su día aupó al poder con la moción de censura a Rajoy con quien ya tenía un pacto de apoyo a los Presupuestos. Son las lamentables consecuencias de esta especie de relativismo político mercantilista que avala, según conviene, cualquier chalaneo de votos o cualquier pacto contra natura, perpetrado en los despachos y contrario al sentir mayoritario de los ciudadanos en las urnas, pues, por ejemplo, no se puede entender exigir un cinturón sanitario a Vox y a sus alianzas con el PP, mientras a su vez se avalan los pactos con Bildu o con Junts, dando lugar a estas tempestades que finalmente acaban en chaparrones inaceptables como el ataque con un spray al candidato peneuvista Pradales al salir de un mitin, que todos los demócratas debemos condenar enérgicamente por unanimidad, pues no cabe justificarlo ni como una consecuencia más de aquellos vientos que se han sembrado y que de forma urgente hay que dejar de sembrar de una vez por todas en España.
Así las cosas, los últimos sondeos demoscópicos, que se pueden publicar antes de los comicios, dicen lo siguiente. Según 40dB, Bildu ganará las elecciones vascas aunque el PNV podría gobernar con el apoyo socialista, pues los resultados serían: Bildu 30 escaños, gana nueve; PNV 28, pierde tres; PSE 10, se queda igual; PP 6, se queda igual; Vox 1, se queda igual; y Podemos 0, pierde los 6 que tenía. Según GAD3, Bildu adelanta al PNV por la mínima y el PSE-PSOE decidirá quién es el lehendakari, pues lo resultados serían: Bildu el 34´2% de votos y entre 28-30 escaños, PNV el 35´6% y 27-29, PSOE 12´3% y 10, PP 7´5% y 6-7, Sumar 2´9% y 0-2, y Vox 2´2% y 0´1. Según SigmaDos, Bildu..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).
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